El gremio metalúrgico, el gobierno provincial y los representantes locales de Mefro Wheels pusieron en marcha un plan para desacoplar a la fábrica de llantas local del destino de desguace que les prepara el fondo buitre que compró la casa matriz en Alemania. Con fondos correspondientes en gran medida a la quincena de los 170 empleados de la empresa se adquirirá la materia prima para reiniciar la producción el lunes próximo. Ese mismo día se pedirá la intervención judicial del directorio con la idea de blindarlo de las decisiones destructivas de sus nuevos dueños internacionales.
La estrategia se oficializó ayer durante la audiencia programada en el Ministerio de Trabajo de la provincia. En rigor, en los últimos dos días hubo contactos informales para avanzar en un plan que permita dar viabilidad a la fábrica de llantas, la única del país, dentro de un panorama muy precario. Es que Mefro Wheels, propietaria alemana de la ex Cimetal, fue adquirida por un fondo dedicado a la "reestructuración de empresas" que tendría la intención de desguazar la empresa y liquidarla.
La prueba práctica de esa intención es la falta de asistencia a la conducción local para que compre la materia prima y reinicie la producción de llantas. En el directorio argentino se estima que podrían colocarse unas 600 mil unidades este año en la industria automotriz, recuperando parte de la fuerte caída del mercado durante 2016. Pero lejos de dar señales de apoyo, desde Alemania bajan discursos de liquidación. De hecho, los operarios de la fábrica mantienen un acampe frente a la planta para evitar un vaciamiento.
El Ministerio de Producción de la provincia, que conduce Luis Contigiani, ofreció ayuda financiera por 7 millones de pesos para auxiliar a la planta en este difícil momento y salvar los puestos de trabajo. Pero es imposible concretar ese desembolso a una empresa que tiene el cierre en la cabeza.
Antonio Donello, secretario general de Unión Obrera Metalúrgica (UOM), explicó ayer que durante una reunión realizada el miércoles por la noche entre todas las partes se decidió pedir una intervención judicial del directorio argentino para que la empresa no pueda dar órdenes desde Alemania. "Esto es porque nos ha faltado el respeto a todos", dijo.
El gremio y las autoridades provinciales intentaron contactos con la casa matriz, en forma directa y a través de las legaciones diplomáticas de ambos países. "Hasta el miércoles a las 22 la fábrica estaba cerrada porque en Alemania la empresa transfirió la totalidad de sus acciones a un fundo buitre, pero gracias a los propios empleados y a la ayuda de la UOM y el Ministerio de Trabajo se pudo acomodar la situación", dijo Donello.
Mover la rueda
La venta de llantas en stock, que representaban un 70 por ciento de la quincena, más aportes de Producción y de la propia UOM generaron recursos para ser utilizados en la compra de materia prima a fin de reiniciar la producción. Mientras tanto, habrá ayuda a los empleados a través de bolsones.
"Entre los actores mencionados juntaron el dinero para adquirir los insumos necesarios para retomar la producción con la finalidad de no perder los clientes que tenían. Cabe recordar que la empresa es la única fabricante de llantas en el país, y este año tenían previsto vender unas 600 mil unidades, contra las 300 mil del año pasado", precisó el dirigente.
Los trabajadores dieron su aval a esta decisión en la asamblea y apostaron a esta nueva etapa.
Donello dijo que no buscan conformar una cooperativa sino que el mismo directorio encabezaría la fábrica junto a representantes de la Unión Obrera Metalúrgica. Por ello se pedirá la intervención judicial.
"Los antiguos dueños transfirieron las acciones a una firma buitre que tiene como negocio principal el cierre de empresas, algo que acá no vamos a permitir; un delegado nuestro pasará a formar parte del directorio y cuando nos firmen que no despedirán a nadie gestionaremos el crédito blando con la provincia", dijo el secretario general de la UOM Rosario.