El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, admitió ayer sentirse "sorprendido" por las duras críticas lanzadas por el gobierno hacia los empresarios y advirtió que ese sector está "tratando de ver cómo sobrevive".
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, admitió ayer sentirse "sorprendido" por las duras críticas lanzadas por el gobierno hacia los empresarios y advirtió que ese sector está "tratando de ver cómo sobrevive".
Durante el fin de semana el ministro de Producción, Francisco Cabrera, pidió a "algunos empresarios" que "se dejen de llorar, se pongan a invertir y a competir" y generen una "agenda seria".
Incluso el jefe de Gabinete, Marcos Peña, consideró que "todavía le está costando encontrar la voz al sector empresario", y les reclamó "decir en público lo que dicen en privado".
"Nos sorprende; no es la línea que estamos teniendo con el gobierno. Pero creo que hay que dejarlo ahí y seguir haciendo lo que estamos haciendo. El gobierno quiere paliar la situación y nosotros, que estamos en la línea de combate, muchas veces salimos y advertimos. No hacemos una crítica destructiva, advertimos lo que nos pasa", enfatizó Acevedo.
Tratando de moderar la confrontación, Acevedo dijo que "a la industria y a la producción en general le está yendo bien, pero hay algunos sectores que todavía no están creciendo. Hay sectores que todavía no recuperaron el nivel de producción del 2014-2015".
En el mismo sentido, el dirigente de la UIA José Urtubey consideró que se deben buscar "soluciones compartidas para encontrar una competitividad que hoy no se tiene" para superar la situación "difícil" que atraviesa el sector. "No tenemos competitividad, hay que buscarla porque hoy no la tenemos: pagamos los impuestos más caros del mundo, no tenemos financiamiento productivo, nos falta cuidar el mercado interno y la infraestructura es débil", afirmó.
Urtubey también le recordó al gobierno que "el año pasado se creció solamente 1 por ciento comparado con 2016, que fue el peor año de los últimos 10", dijo, y agregó que "enero no empieza bien y, en alguna medida, vemos que hay problemas con el financiamiento y problemas con la tributación".
Desde el sector agropecuario también plantearon sus diferencias con la política económica. El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, advirtió que el gobierno parece haber "perdido la iniciativa" en cuestiones clave como las vinculadas con los productores agropecuarios, y dijo que el país "se debate entre la inflación, el déficit fiscal, el achicamiento estatal y el atraso cambiario".
Chiesa consideró que "las políticas de shock generan efectos negativos en los sectores más relegados de la sociedad, pero si el gradualismo es lento y no tiene convicción termina bastardeando el proceso".
El malestar de los sectores empresarios —que se exacerbó este fin de semana tras las críticas de Cabrera— va de la mano de números concretos que muestran la falta de reacción de la economía.
Según el último informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), la producción total y la venta de maquinaria agrícola creció, pero en paralelo a un histórico nivel de crecimiento de la importación (ver aparte).
Desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), cargaron ayer además contra un nuevo incremento en el combustible, insumo central del sector, lo que motivó una nueva suba en el índice de costos de febrero de 2018 en 1,85 por ciento. "Así, los gastos que las empresas deben paliar siguen en suba en lo que va del año y en los últimos seis meses treparon un 14 por ciento", indicaron, y agregaron que "es muy difícil con este índice tener un crecimiento invisible".
A su vez, la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (Cipa) también salió al cruce de las declaraciones de Cabrera que pusieron como testimonio positivo al sector de producción de tomates. "Las importaciones de tomates en lata crecieron en forma sostenida durante 2016 y 2017, y en este último año superaron en promedio en más de cuatro veces los volúmenes ingresados en el mismo período del año anterior y en 50 veces respecto al año 2015".
Un freno al libre mercado
El presidente Aluar-Fate, Javier Madanes, aseguró ayer que "el mundo está presentando frenos al modelo de libremercado", al referirse al impacto de las medidas arancelarias anunciadas por Estados Unidos a la importación de acero y aluminio.
"Esto acarreará seguramente consecuencias inflacionarias y subas de tasas de interés", indicó el empresario en un momento en el que la Argentina abre su mercado a la importación, lo que genera fuertes críticas de los sectores industriales.
El ejecutivo reconoció que la primera reacción ante el anuncio de Estados Unidos fue de "enojo" porque la medida es "un cambio disruptivo en las reglas de juego por parte del país del libremercado y la mano invisible".