Jaime Durán Barba fue el asesor estrella de Mauricio Macri durante toda su presidencia. Fue el gurú, el cerebro de su triunfo electoral en 2015. En una entrevista con la revista Noticias analiza las posibilidades electorales del ex mandatario si finalmente decide presentarse en los comicios presidenciales de 2023.
-El PRO nació como una cosa muy alternativa y muy de este nuevo mundo, que se distingue, entre otras cosas, por la travesura. Pero luego hubo un proceso que tiene que ver con el poder. El síndrome de Hubris es real: el poder te vuelve serio.
-¿Cómo haría el PRO para recuperar esa frescura?
-Es difícil de recuperar. No te olvides que estuvieron en el poder más de 12 años en la Ciudad y después en el Gobierno nacional. Se puede recuperar, pero hay que ser conscientes del peligro del Hubris y remontarlo. Hay que decir “bueno, dejemos de ser tan almidonados”.
-Macri viene teniendo búsquedas nuevas. Hoy se lo ve reivindicando a Menem, sacándose una foto con Trump.
-A mí me gusta más Macri fotografiándose con gente anónima. No Trump, no Menem. Me gusta más ese que se sacaba fotos con el que vendía tortitas en la carretera y al que fue a visitar cuando era Presidente. Ese era el Macri realmente innovador.
-¿Macri perdió el contacto con la nueva política?
-Se debilitó ese aspecto de Macri, pero él es de naturaleza travieso. Siempre ha sido una persona haciendo cosas que enojarían a mi abuelita, mientras que otros dirigentes del PRO y de la política no. Ponerse el traje, la corbata, estar bien serio, no decir malas palabras, eso a Macri nunca le valió un rábano. Él siempre fue un tipo informal. Otros se cuidan en todo, en la vida privada también: no tener sentimientos, no hay que hacer travesuras, hay que ser aburridos. Ese es el viejo político al que no vota nadie.
-¿Sigue siendo un candidato competitivo?
-Está en condiciones de ser un candidato competitivo. El primer problema para ser un candidato competitivo es que se te conozca.
-Pero muchos lo conocen y no lo quieren.
-Sí. Pero ya dio el primer paso. A algunos de los presidenciables argentinos de hoy no los conoce nadie. Mauricio podría revertir la imagen negativa que tiene.