Por Arq. Daniel Kosik
Por Arq. Daniel Kosik
La presencia del dibujo en nuestra vida
El primer dibujo no figurativo que se conoce tiene 400.000 años, encontrado en Indonesia, en la isla de Java sobre una concha marina. Vivía el Homo Erectus.
El primer dibujo figurativo hallado data de 40.000 años encontrado en Borneo.
“Dibujamos antes de saber escribir”.
A cada momento del día tenemos frente a nosotros un dibujo
No necesariamente será un dibujo artístico.
Puede ser una señal de tránsito, el recorrido del subte, una publicidad, el logo de una marca comercial, los botones de un ascensor, emoticonos del celular, las líneas de un campo deportivo, etc.
¿Quién no dibuja todos los días?
Lo hace el albañil que marca una obra.
Un músico al escribir sobre un pentagrama.
Un cirujano cuando señala la zona a intervenir.
Los ingenieros que redactan los planos de un puente.
“Todos dibujamos cuando escribimos.
¿Qué es la escritura sino un dibujo?”
El dibujo de los arquitectos.
Los arquitectos en nuestra etapa de formación sentimos vértigo cuando comenzamos a dibujar.
La inmensa mayoría de estudiantes y profesionales dominamos el dibujo técnico luego de un tiempo, pero el dibujo a mano volumétrico resulta muy complicado de aprender. Solo algunos con destrezas previas logran resolverlo con solvencia.
El dibujo volumétrico manual suele tener dos características muy marcadas, ser descriptivo, o ser expresivo.
Muy pocos lograron aunar los dos (Frank Lloyd Wright).
Hay innumerables ejemplos de arquitectos cuyos expresivos dibujos manuales terminan siendo una marca registrada que los identifica (Frank Gehry, Alvaro Siza).
Otros han dibujado descriptivamente sus propios proyectos (Rafael Viñoly, Tadao Ando).
El dibujo manual volumétrico:
Podemos dibujar 2 cosas:
1- Lo que se observa.
2- Lo que se piensa o imagina.
Son objetivos diferentes que se resuelven con estrategias diferentes.
Dibujar lo que se observa:
Puede ser un lugar, un edificio o las dos cosas.
El lugar se dibuja definiendo antes que nada “desde donde observaremos”.
Una vez situados, buscaremos los elementos que nos permitan comenzar a definir el conjunto (un árbol, un muro largo, un campanario alto, el vacío de una plaza, etc).
Dibujar lo que se piensa:
Igualmente puede ser un lugar, un edificio o las dos cosas.
Con los datos de unos planos previos nos imaginamos situados en un lugar desde donde observar y establecemos la altura de observación.
A partir de uno o varios elementos principales, resolvemos el resto del conjunto. Se utilizarán algunos de los muchos métodos que hay para medir el espacio proyectado.
¿Por qué recomiendo el dibujo manual además de los recursos digitales?
En el momento de dibujar cualquier cosa interviene el hemisferio derecho del cerebro, el creativo.
Cuando se dibuja con un programa informático solo se usa el hemisferio izquierdo, el racional.
Lo habitual es que tengamos dominante el izquierdo, el racional, puesto que nuestra educación desde los 11 años en adelante ha sido basada en dejar lo que hacíamos hasta entonces…bailar, cantar, dibujar, hacer esculturas con barro, y nos dan matemáticas, escritura y todos los contenidos que “nos servirán para sobrevivir”.
Al comenzar a dibujar a mano encontramos la oposición del hemisferio izquierdo racional que se siente en riesgo.
He utilizado técnicas didácticas destinadas a reconfigurar las relaciones entre los dos hemisferios.
El resultado es notable, con algunos ejercicios adecuados se logra una dinámica diferente y el paso a dibujar gradualmente sin dificultad.
“Dibujando a mano estimulamos el área creativa.”
El uso del dibujo artístico.
Se aprende a dibujar como a andar en bicicleta:
Primero se recibe ayuda de quien nos sostiene el asiento, luego contamos con dos rueditas de apoyo y un día, sin entender cómo, logramos el equilibrio necesario para no pensar más y solo pedalear y disfrutar.
El aprendizaje del dibujo requiere una dinámica parecida, se emprenden ejercicios paulatinos que aumentan la dificultad hasta logar el objetivo buscado.
Hacer ejercicios de dibujo artístico es muy adecuado para lograr establecer esa reconfiguración cerebral de la que hablamos.
El artístico, a diferencia del arquitectónico, se basa en líneas curvas, más difíciles de observar y de resolver.
Cuando pasamos al dibujo arquitectónico, el cerebro resuelve mucho más claramente las dificultades tanto de observación como de trazado.
Mi relación con el dibujo:
Dibujo desde que lo recuerdo.
En mi familia hay varios integrantes anteriores a mí que dibujaron mucho, muy bien y hasta un escultor.
Estudié en BsAs pintura con Roberto Oliveri, en Rosario arte abstracto con Fernando Espino, en España estudio dibujo con Isabel Garmón.
En la facultad dibujé con fluidez tanto lo técnico como lo volumétrico. Dibujé perspectivas para muchos estudios de nuestra ciudad, del país y del extranjero.
Vivo en España alternativamente desde 1991.
Dibujo y pinto artísticamente.
Mis últimos dibujos tratan de los espacios, a veces naturales, a veces simbólicos.
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Facebook: Daniel Kosik