"La gente debería sentirse incómoda porque cuando alguien se pone unos auriculares en la cabeza es porque piensa que es privado, pero pueden dar información que no quieren compartir".
El abogado de la parte acusadora, Christopher Dore, sostuvo que "la gente debería sentirse incómoda porque cuando alguien se pone unos auriculares en la cabeza es porque piensa que es privado, pero pueden dar información que no quieren compartir".
La empresa americana recomendaba hasta hace poco que para "sacar el máximo provecho a los auriculares" se descargaran la aplicación y proporcionando algunos datos como el nombre, dirección de correo electrónico y número de serie en el proceso de registro.
Sin embargo, el demandante descubrió, leyendo las condiciones del servicio, que la app enviaba la información disponible del teléfono móvil inteligente a empresas de terceros como Segment.io, empresa cuyo negocio es la venta y comercialización de datos personales para enviarlos a "cualquier parte".
Hasta el momento, la empresa no se ha pronunciado al respecto pero podría enfrentarse a una deuda millonaria por "daños y perjuicios" si se confirma que esta recopilación de datos viola la legislación vigente relativa al espionaje y fraude al consumidor.