Victoria.— Negros nubarrones cubren desde sus inicios al flamante y
cuestionado frigorífico cárnico Huarte SA, que se comenzó a montar en el futuro parque industrial
en las afueras de esta ciudad, y cuya instalación fuera aprobada por decreto por la Intendencia,
pese a la negativa del Concejo.
En el marco de una protesta de los obreros que construyen la planta por el
atraso en el pago de sueldos, salió a la luz que más del 90 por ciento de éstos está trabajando en
negro e incluso varios serían menores de edad.
Desde septiembre la firma cárnica habría dejado de abonar los salarios al
personal, por lo que días atrás éste tomó la planta en reclamo de lo adeudado. A poco de iniciar la
medida, la patronal respondió a la demanda, aunque ahora los trabajadores denuncian que no les
pagaron lo que les correspondía.
Constatación. En este marco, personal de la Delegación de Trabajo acudió al
lugar, y constató que de un total de 27 empleados, solamente tres estaban inscriptos y que algunos
eran menores de edad. Se labraron las actas correspondientes y hasta ayer la empresa no había
respondido a la intimación para que regularice a los obreros.
No es la primera vez que la empresa tiene problemas con esta delegación. "A los
dos días que empezaron a construir la planta fuimos a hacer una inspección pero no nos dejaron
entrar, así que tuvimos que hacerlo a través de la fuerza pública", comentó el titular de la
repartición, Carlos Navarro.
En tanto, el abogado y ex juez de Instrucción de Victoria, Jorge Brasesco, quien
representa a tres de los trabajadores en situación irregular, comunicó a LaCapital que éstos "ya
agotaron la vía administrativa del reclamo, por lo que esta semana se iniciarán las acciones
correspondientes ante el Juzgado Civil y Comercial". Una situación similar ocurre con el resto de
los obreros, representados el letrado Diego Esteven.
Más anomalías. Además de la situación irregular con los empleados, trascendió
que la firma también mantendría deudas con sus proveedores, especialmente de materiales de
construcción, por lo que hace días que se habrían cortado las provisiones. Este sería uno de los
motivos por los que se paralizó provisoriamente la obra, que hasta ahora tendría solamente un 10
por ciento de avance.
El contrato con la Municipalidad establece que la firma tiene un plazo máximo de
18 meses —a partir de la firma del convenio— para construir y poner el frigorífico en
marcha. "El incumplimiento dará lugar a la caducidad del contrato", reza el acuerdo, salvo causas
justificadas. Además establece sanciones si no se cumple alguna cláusula.
Incoherencias. Guillermo Oscar Huarte se postula como el dueño del frigorífico,
que demandará una inversión de 2,3 millones de dólares, pero sin embargo figura en la Afip como
monotributista categoría K, con un ingreso máximo de 94 mil pesos anuales.
En septiembre, antes de que el Concejo tratara la instalación de la empresa, el
inversor comenzó a construir la planta en un predio de cuatro hectáreas del futuro parque
industrial.
Pese a que el cuerpo denegó luego el permiso basándose en el dudoso capital de
Huarte, el intendente César Garcilazo —amparándose en un decreto de arrendamiento—
sancionó la concesión por 5 años, con opción a 5 más. Cumplido ese plazo, el inversor podrá comprar
esas tierras.
Por día 500 faenamientos.Según los anuncios realizados oportunamente por Huarte,
la planta ocuparía 3.600 metros cuadrados cubiertos y faenaría por día 500 animales, en principio
con mano de obra especializada bonaerense y luego con operarios locales que aprenderían el oficio.
Se estima que trabajarían 40 personas en forma directa.
El frigorífico "se habilitará a nivel nacional de modo que la mercadería que
salga de aquí pueda ingresar en cualquier lugar del país. Una vez concluida su parte inicial que
será la faena exclusivamente, pasará a su segunda etapa, estimada para enero de 2010, y que
permitirá exportar a países limítrofes", comentó el empresario días atrás a un medio radial local y
previo al incidente con los empleados.
Persecución. Tras las acciones por falencias laborales y salariales, la patronal
radicó una denuncia por robo de herramientas contra cinco empleados, cuyos domicilios fueron
allanados, aunque sin resultados positivos.
"Esto no es otra cosa que una persecución contra los obreros porque reclamaron
por sus derechos y una estrategia para tapar las irregularidades", consideró la concejala Angélica
Chada.
Final anunciado
La situación de Huarte "es un final anunciado y ahora habría que indagar al
intendente y a su asesoría letrada que obraron a favor del emprendimiento, para que respondan ante
familias perjudicadas", dijo la edila Angélica Chada, quien fue la primera en sospechar y
cuestionar al inversor por carecer de avales para montar el frigorífico.