San Lorenzo.— Con la participación de integrantes de la CGT nacional y la
fiscalización tanto del Ministerio de Trabajo de la provincia como de la Nación, se normalizó ayer
la central obrera del cordón, que puso al frente al dirigente del Smata, Walter Cabrera.
En un encuentro tan multitudinario como ruidoso, el secretario gremial de la CGT
nacional, Omar Diviani, avaló "este plenario donde está el 97 por ciento de los gremios de la
región. Para nosotros, hay una sola CGT San Lorenzo, que es la que se acaba de consagrar aquí".
La declaración, contundente, saca definitivamente de escena el ex titular de la
central regional y secretario general de los aceiteros, Pablo Reguera, cuestionado por apoyar la
candidatura a concejal de Pedro Rodríguez, acusado de violaciones a los derechos humanos.
Capítulo final. El plenario, que se realizó en el salón de la vecinal del barrio
Díaz Vélez de San Lorenzo, fue el capítulo final de una historia que empezó a escribirse durante el
verano, cuando un grupo de gremios de la regiones se autoconvocó para cuestionar a las entonces
autoridades de la central. Luego, y ante el pedido de una veintena de organizaciones sindicales,
fueron los propios referentes de la CGT nacional, que lidera Hugo Moyano, quienes se involucraron
en el proceso de normalización.
Fue así que durante la confección de las actas con los nuevos mandatos, que tuvo
lugar durante la mañana de ayer en la sede del sindicato ceramista de Capitán Bermúdez, estuvo
Domingo Moreira, vocal titular de la CGT Nacional, y por la tarde llegaron otros referentes.
Todo este proceso se hizo bajo la fiscalización de representantes de los
ministerios de Trabajo de la provincia y la Nación, quienes siguieron los trámites para legitimar a
la nueva conducción, que luego resultó ratificada en el plenario.
Julio Diez, por la cartera santafesina, y Pedro Pajón, se apersonaron en la sede
gremial ceramista para actuar como veedores en el proceso.
Más de 20 organizaciones sindicales de la región se dieron cita para consagrar
una nueva conducción "cegetista", la que estará encabezada por el representante del Smata, Walter
Cabrera. La secretaría adjunta recayó en el ceramista Marcelo Aguirre y la secretaría gremial en el
municipal sanlorencino Edgardo Quiroga.
Por la tarde, acompañado de una ruidosa caravana de taxistas rosarinos, Omar
Viviani se hizo presente en el plenario tal como se lo había prometido a los referentes locales. A
esa altura, el salón estaba colmado y en un clima festivo. Luego de consagrar a la nueva
conducción, los asistentes marcharon hasta la tradicional esquina de los bancos para mostrar
públicamente a la que llaman la "nueva CGT San Lorenzo".
Al ser consultado por LaCapital, el flamante secretario general, Walter Cabrera,
llamó a la "unidad de todos los trabajadores del cordón y a recuperar la mística peronista de los
sindicatos", y planteó la necesidad de tener "una CGT movilizada en pos de mejorar la situación de
nuestros trabajadores".
Historia de lucha. La CGT San Lorenzo y sus dirigentes gremiales tuvieron que
soportar en sus espaldas las peores consecuencias de las políticas neoliberales aplicadas en la
década del 90, y que dejaron en este cordón un sinnúmero de trabajadores sin empleo.
Muchos gremialistas sostienen con orgullo que en San Lorenzo, y organizados por
la central obrera regional, se hicieron los primeros piquetes y los primeros cortes de ruta en el
país. Aquel 10 de diciembre del año pasado, cuando el Concejo Municipal de San Lorenzo no permitió
que Pedro Rodríguez, imputado en una causa por violación a los derechos humanos, ocupe su banca,
comenzó a gestarse el cambio.
Por más que Reguera siempre aclaró que el apoyo era una decisión exclusiva de su
gremio, el resto de los referentes se unificó contra la conducción.
Pese a que en junio se renovó el mandato de Reguera, este grupo de gremios
desconoció ese plenario y comenzó la tramitación que devino en esta nueva conducción.