Colombia llora los doscientos muertos que dejó una enorme avalancha en la sureña ciudad de Mocoa, una cifra en aumento mientras los socorristas avanzan contrarreloj buscando sobrevivientes y el gobierno despliega ayuda humanitaria tras lluvias torrenciales que también afectaron a Perú y Ecuador.
"Son 200 los fallecidos y 203 los heridos en 17 barrios afectados. No tenemos aún el total de desaparecidos. Este es el consolidado oficial en este momento de los organismos de socorro en la zona", explicó un portavoz de la Cruz Roja Colombiana (CRC), al corregir a la baja un balance previo de 234 fallecidos.
En Mocoa, capital del Putumayo, devastada tras el desborde de tres ríos la medianoche del viernes, las labores de rescate ya se habían reiniciado.
Bajo un cielo nublado, pero sin lluvias, la gente caminaba entre el barro, las piedras, las ramas y los escombros buscando a sus seres queridos o tratando de rescatar sus pertenencias.
La mayoría de los barrios afectados son pobres y con población desplazada por el conflicto armado de medio siglo que azota a Colombia, de acuerdo con testigos.
Marta Ceballos, una vendedora ambulante de 44 años, perdió "todo" en la catástrofe, pero celebra tener viva a su familia.
"Dios bendito, no quisiera ni recordar eso. Ver cómo los unos gritaban, los unos lloraban, corrían, en carro, en moto, y cómo el lodo los iba envolviendo. Fue demasiado, demasiado duro", contó sobre el caos desatado con la avalancha.
"Estaba llueve y llueve toda la noche. Amaneció y siguió lloviendo", agregó esta mujer, víctima además de desplazamiento forzado por la violencia.
Para hoy en la región se anunciaban "lluvias ligeras o lloviznas", con paulatina tendencia a bajar su intensidad.
"Se estima un descenso de las precipitaciones para el lunes y martes de la próxima semana", indicó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), citado por la Presidencia.
"Hoy viajo nuevamente a Mocoa para garantizar máxima atención en menor tiempo posible y responder necesidades de afectados", tuiteó el presidente Juan Manuel Santos, que era esperado en la zona con altos funcionarios tras liderar el sábado las labores de auxilio y reconstrucción.
En su cuenta en Twitter, el mandatario dijo que se avanzaba en el restablecimiento de vías, y dio cuenta del apoyo humanitario desplegado en la remota zona, donde al menos dos puentes quedaron destruidos, según el Ejército.
Además, agradeció al Papa Francisco por dar su "voz de aliento".
"Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó Colombia", dijo Francisco durante una misa en Carpi, en el norte de Italia.
"Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos", agregó el Sumo Pontífice, cuya visita a Colombia está prevista para septiembre.
Los vecinos Ecuador, Venezuela y Perú ya expresaron su solidaridad a Colombia, así como la ONU y la Unión Europea.