Nicolás Vázquez era yerno de Mirta Ruñisky, acusada de ser quien le practicó el aborto a Paula Perassi, la mujer que se fue de su casa el 18 de septiembre de 2011 y no apareció nunca más. Vázquez fue quien se apersonó en la casa de Alberto Perassi días después de la desaparición de su hija y le dijo que Paula había abortado en la casa de su suegra. Y era ayer uno de los testigos más esperados en la nueva audiencia del juicio por el caso de la joven. Pero no se presentó, y ahora deberán citarlo nuevamente.
Esta notable ausencia fue el punto fuerte de la jornada de ayer en el Centro de Justicia Penal, donde se sustancia el juicio por la ausencia de Paula, por el que hay cuatro civiles acusados de privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte, mientras que s cinco policías les achaca el delito de encubrimiento en distintos grados.
Tal como lo publicó LaCapital , la semana pasada, durante la tercera jornada del juicio oral y público, Alberto Perassi recordó en su condición de testigo que, posteriormente a la desaparición de su hija, un hombre fue al taller a contarle que su suegra, Mirta Ruñisky, había sido quien le practicara el aborto a Paula, y que por eso estaba "metida en un lío".
Perassi contó entonces que Vázquez le dijo que estaba en pareja con la hija de la ahora imputada, que su mujer le había dicho que la mamá había hecho un aborto y estaba ante un problema. Y que la suegra tenía antecedentes de haber hecho estas prácticas en la provincia de Misiones.
"Yo lo llevé a hacer la denuncia, y cuando volvíamos a Timbúes me dijo que estaba muy mal financieramente, que el auto no le arrancaba y que tenía de darle de comer a su hijito", recordó Alberto en su segundo día como testigo. "Por eso le di unos pesos y le arreglé el auto, sin cobrarle", narró.
En esas mismas jornadas se ventiló que el tal Vázquez era un hombre despechado, que había sido echado de la casa por su mujer —hija de Ruñisky—y que sus hijos no vivían con él, sino con su ex suegra y su ex pareja.
En esa misma audiencia la mujer imputada por aborto no consentido seguido de muerte pidió la palabra y, además de insistir sobre su inocencia y asegurar que "nunca" había practicado un aborto, afirmó que aquél hombre actuaba por venganza luego de que su hija lo echara de la casa.
El nombre de Vázquez volvió a pronunciarse varias veces en los días que siguieron de juicio, por eso su testimonio era uno de los esperados en estas jornadas. Pero el hombre fue esquivo.
Ahora, lo citarán en su lugar de trabajo, en Buenos Aires, para que comparezca. Y no se descarta que esto termine haciéndose por la fuerza pública.
La abogada
Otro de los testimonios esperados era el de Rita Porteiro, quien era vicepresidenta del Colegio de Abogados al momento de la desaparición de Paula y que fue quien gestionó para la familia Perassi la representación legal.
Porteiro conoció a Alberto en 2012, cuando el hombre se encadenó en los tribunales de San Lorenzo para pedir Justicia por su hija. "Le pregunté (a Perassi), si tenía algún profesional que lo asistiera", recordó la abogada.
Como la familia no tenía un abogado penalista, fue Porteiro, a instancias del Colegio, quien se comunicó con el entonces presidente del Instituto de Ciencias Penales, Adrián Ruiz, para ponerlo en contacto con la familia de la mujer desaparecida. El mismo Ruiz, junto con José Ferrara, forma parte de la querella.
Porteiro habló en los mejores términos de los Perassi, a quienes representa además en una causa civil, y rescató el trabajo incansable de Alberto y su lucha porque se haga "Justicia".
Pero la abogada no aportó datos respecto de un tema que se ventiló en estos días: que otro yerno de Ruñisky —todo esto difundido por el padre de Paula, que se habría enterado del episodio por una infidencia—, de apellido Lugo, le habría confesado saber algo respecto del aborto de Paula y la vinculación con la hoy imputada. Pero nada de eso surgió ayer en el juicio, seguramente porque primó el secreto profesional.