Familiares, amigos, y vecinos de Mariano González, el joven casildense de 19 años que murió a causa de las lesiones que sufrió al ser atacado mientras circulaba con su moto en inmediaciones del complejo habitacional Fonavi del barrio Granaderos a Caballo, marcharon para exigir Justicia.
El violento hecho se produjo el viernes 20 cerca de las 22 en la intersección de Rivadavia y San Luis y el muchacho falleció la madrugada del domingo pasado en el Sanatorio Delta de Rosario donde fue derivado desde el hospital San Carlos de Casilda.
Si bien es materia de investigación, se supone que la víctima fue golpeada por una o más personas tras hacerlo caer de su moto. El caso, caratulado homicidio simple, es investigado por el juez de Instrucción en lo Penal de Casilda, Carlos Pareto, quien mantiene detenidos, pese a los pedidos de excarcelación, a las cinco personas mayores de edad que aparecen involucradas en el suceso.
En un clima de dolor, indignación e impotencia los manifestantes se concentraron en la plaza de los Mástiles para luego movilizase en silencio por el microcentro de la ciudad y culminar la recorrida en el punto de partida donde prometieron "seguir haciendo marchas sino hay respuestas".
Testigos."Estamos todos destrozados. Queremos creer en la Justicia y que el caso no quede impune porque lo mataron peor que a un animal al hacerlo caer de su moto y pegarle cobardemente sobre el pavimento", dijo la hermana de Mariano, Marcela González, para luego instar "a quienes sepan o vieron algo" sobre lo ocurrido a "presentarse como testigos".
Similar pedido hizo Ariel, otro de los hermanos de la víctima, al apelar "a no tener miedo de hablar porque esto le puede pasar a cualquiera". Y en ese contexto recordó a Mariano como "un pibe bueno y de un gran corazón para ayudar a los demás". También coincidieron en el requerimiento para que la Justicia "no libere, como ya ocurrió en otro caso, a ninguno de los detenidos para que salgan y vuelvan a matar".
Ayer prestó declaración testimonial en los Tribunales casildenses la novia de la víctima. Aunque no trascendieron detalles del contenido habría ratificado lo denunciado a la policía donde aseguró haber visto que Mariano fue golpeado cuando estaba en piso. Al parecer la joven fue anoticiada del suceso por un familiar suyo y al bajar de su departamento, ubicado en el Fonavi, observó la brutal agresión, que desmienten testigos allegados a las personas implicadas en el hecho.
Algunas versiones indican que al momento de ocurrir el suceso que se investiga "había mucha gente" en el lugar o sus cercanías. Sin embargo hasta el momento surgieron pocos testimonios que ayuden al esclarecimiento del caso.
La autopsia.En tanto, los resultados de la autopsia revelan que el deceso se produjo a causa de un "traumatismo encefalocraneano grave con hemorragia intracraneana", aunque aún restan por conocerse conclusiones finales.
Mariano había estado en el domicilio de su novia y al despedirse de ella tomó con su moto por Belgrano para luego girar a la izquierda otra cuadra y empalmar con Rivadavia hasta su intersección con San Luis donde fue interceptado por uno o más sujetos que le provocaron la caída para luego, aparentemente, "atacarlo a patadas cuando se encontraba en el piso".
"Esto es terrible y sabemos que nadie nos devolverá la vida de Mariano, pero de algo pueden estar seguros: nos comprometemos en su memoria a seguir luchando hasta que se haga justicia", aseguraron Ariel y Marcela González junto a su otro hermano Maximiliano, quien prefirió mantenerse en silencio como la mayoría de los manifestantes que acompaño con aplausos y portando carteles en demanda de Justicia.
De la marcha también participaron familiares de víctimas de delitos de homicidio, entre otros casos, como Rolando y Mario Lozano, quienes sufrieron la pérdida de un hermano que fue asesinado hace algunos años, también en cercanías del Fonavi, y en el cual estuvo involucrado, aunque luego quedó en libertad, uno de los implicados en el caso González.
Los involucradas en el caso conocían a Mariano y, todo indica, que algunos de ellos habría tenido diferencias con la víctima aunque se ignora si ello fue el móvil del cruento hecho.
Por Matías Petisce
