Casilda dio marcha atrás con su ordenanza pirotecnia cero

A poco más de dos años de la sanción de una ordenanza para prohibir en Casilda la venta y manipulación de pirotecnia, el Concejo Municipal resolvió por mayoría dar marcha atrás con la norma para sustituirla por otra más flexible.

Si bien la decisión divide las opiniones, la realidad indica que la norma local conocida como pirotecnia cero "fue un fracaso" durante su vigencia ya sea en materia de aplicación como efectos prácticos.

No sólo fueron autorizadas excepciones a pedido de los comerciantes del rubro para poder vender sus productos en anteriores fiestas de fin de año sino que también en la ciudad siguió siendo habitual el uso de la pirotecnia en espectáculos, eventos deportivos, fiestas y múltiples actividades tanto privadas como públicas.

Aunque nadie ignora la situación, la medida del cuerpo deliberativo casildense no deja de ser controvertida. Quienes estaban de acuerdo con ella rescatan la viabilidad de su cumplimiento, a diferencia de lo sucedido con la ordenanza anterior que terminó siendo letra muerta. Los críticos, en cambio, plantean que la decisión del cuerpo va a contramano del interés público.

Organizaciones protectoras de animales así como referentes de la sanidad pública o vinculados a servicios de emergencia se manifestaron en contra aunque a título personal y no institucionalmente. El tema movilizó ayer a la opinión pública al punto que en algunas radios locales se multiplicaron los mensajes de oyentes para hacer visible diferentes miradas.

"El objetivo es regular la actividad y evitar que la gente vaya a comprar pirotecnia a lugares clandestinos u otras localidades porque no puede hacerlo en Casilda", dijo el concejal radical, Mauricio Plancich, quien junto a su par peronista Germán Zarantonello fueron los autores de la iniciativa de cambio. El edil además indicó que "no tiene sentido mantener la pirotecnia cero si es de imposible aplicación como lo planteó en su momento el Ejecutivo" para luego remarcar que "diferente sería que haya una ley provincial en ese sentido para que todos los municipios y comunas se manejen de la misma manera, pero ello no existe".

Similar postura tuvo el presidente del cuerpo, Roberto Meli (Frente Renovador), y el también concejal del justicialismo, Andrés Golósetti, quienes a diferencia de Plancich, quien admitió que fue un error, no formaban parte del legislativo que votó en octubre de 2011 la ordenanza de pirotecnia cero.

En contra se pronunciaron la concejala kirchnerista Antonia Pierucci, el radical Pablo Zanetti, y el socialista Pablo Tomat.

La flamante ordenanza autoriza la comercialización, transporte, almacenaje, y utilización de artículos de pirotecnia bajo los lineamientos establecidos en la Ley Nacional de Armas y Explosivos emitida por el Renar. No obstante prohíbe la venta a menores de 16 años y establece en su artículo tercero que "sólo se podrá hacer uso de productos pirotécnicos los 24 y 31 de diciembre, días feriados y no laborables".

Fuera de esa fecha se deberá solicitar un permiso a la Municipalidad con una antelación no menor de 10 días. La normativa permite la comercialización de dos tipologías de pirotecnia de menor impacto establecidas por el Renar, solo en comercios autorizados al tiempo que prevé la creación de "zonas calmas" en un radio de cien metros de hospitales, centros de salud, geriátricos y salas velatorias.

La Municipalidad además tendrá que fomentar campañas de educación para la correcta utilización de la pirotecnia y se pondrá en funcionamiento un mecanismo de "observación ciudadana".

El Concejo indicó, entre otras consideraciones, que la anterior norma fue inaplicable "ya que es imposible controlar con inspectores la prohibición de venta y uso de pirotecnia en la ciudad" y luego recordó que "funcionarios del Departamento Ejecutivo se manifestaron en tal sentido".

Asimismo resaltó que "atento la cercanía de las fiestas intentamos a través (de esta ordenanza) evitar la manipulación de material de carácter clandestino que puedan provocar accidentes".