La Guardería Municipal no es un nuevo Imusa, ni un actualizado anexo, sino que su objetivo es reemplazar a ambos por la obsolescencia de su infraestructura, que la convirtió en depósito de seres vivos. Cuatro entidades animalistas rosarinas iniciamos el juicio, que aún prosigue en la actualidad, en el año 2009 con la intención de que se cumplieran dos ordenanzas que establecían la creación de una Guardería Municipal Pública y Gratuita, y un cementerio para perros y gatos. Lo hicimos porque no se puede admitir que animales inocentes sean condenados a padecer en galpones con techos de cinc, jaulas húmedas y pequeñas, sin recibir la luz natural, careciendo de la ventilación adecuada y desprovistos de bebederos con agua corriente. La guardería no es un sitio para los perros comunitarios. No es un lugar para los animales sin hogar. Sólo ofrecería un hábitat digno para contención, tránsito y posterior adopción de los prisioneros del Imusa y del anexo. Las mentiras sobrevuelan toda la efectivización de este proyecto. Los hechos son claros y verificables. La Intendencia estaría cumpliendo parcialmente con la sentencia firme del año 2012, que le ordenaba aplicar las ordenanzas 5.904 y 5.905. Por otra parte, esta obra no se produce por la intervención de ningún ex concejal mesiánico. Quienes pretenden instalar falsas aseveraciones están faltando a la verdad y a la realidad de los acontecimientos. Es imprescindible agregar una reflexión final: no sería necesario crear un sitio para albergar perros y gatos si no existiera un "centro de detención de animales sin hogar" (léase Imusa y su anexo). No hay ninguna razón para mantener animales enjaulados privados de su libertad y expuestos a la falta de socialización. Cuando nuestros gobernantes comprendan que los animales son sujetos con derechos dejarán de apropiarse de su vida. Entonces, las cárceles para indefensos serán fantasmas del pasado.