¿No habrá llegado la hora de que el radicalismo asuma la verdad histórica dejando de lado
¿No habrá llegado la hora de que el radicalismo asuma la verdad histórica dejando de lado
¿No habrá llegado la hora de que el radicalismo asuma la verdad histórica dejando de lado viejas pasiones y crónicas venganzas? No puede ser que se desconozca y se agravie la memoria de enormes dirigentes y se deje de lado a un gran radical que gobernó en terribles condiciones e intentó y logró en buena medida llevar adelante el mayor proceso de desarrollo 20 años antes que China. Han pasado más de 60 años y quien fuera destituido y encarcelado por las Fuerzas Armadas, como el presidente radical, Arturo Frondizi, es cada día reivindicado sin que el radicalismo, cuyo Comité Nacional presidió, integró la formula Balbín-Frondizi y gran diputado nacional y vicepresidente del histórico Bloque de los 44, no asumió su gestión como propia. Son resabios de hechos ocurridos como consecuencia de la Revolución de 1955. La fórmula proclamada por la Convención del Radicalismo en Tucumán, Frondizi-Gomez, expresaba la necesidad de reconciliación lejos del accionar del gobierno militar. El sector que se retiró de la mencionada Convención, más cercano al gobierno, logro oficializar la fractura del partido con los aditamentos de “Intransigente” y “Del Pueblo”. Su fórmula presidencial la integraron Ricardo Balbín y Santiago del Castillo. El radicalismo intransigente triunfó. Es difícil encontrar otro proceso como el logrado por el gobierno radical de 1958, triplicar la producción de petróleo y lograr el autoabastecimiento, duplicar la producción de caucho, impulsar la industria petroquímica y la automotriz, gasoductos y oleoductos, se tecnificó el agro y tanto más, en una expansión sin antecedentes. “El nos introdujo en la era de la modernidad –afirma el filósofo Tomas Abraham–. Después de Frondizi entramos en una pendiente. Fue un político distinto. Fue el último intento de hacer de nuestro país una nación industrial y competente”.
José Bielicki