Es con carácter excepcional y de vital importancia asumir el debate sobre la prosecución de la Administración de la Hidrovía Paraná- Paraguay. Los tiempos son exiguos, los negocios en derredor multimillonarios y la administradora belga, lejos de reinvertir en la Argentina, en muchos casos accede a fondos públicos para el mejoramiento de la señalización y balizamiento de la cuenca paranaense. Las comunidades santafesinas proveen la producción más importante que se escapa por puertos privados en una nebulosa que no permite saber qué, cómo y cuánto tributa la riqueza sojera argentina, transformándose en un agujero negro de nuestra economía. Luego de cuatro años de liberalismo institucional vemos, cual espada de Damocles, cómo el emporio Vicentín se desmorona como castillo de arena arrasando la economía no sólo reconquistense sino santafesina, chaqueña y de vastos sectores, dejando cientos de productores con papelitos sin valor en sus manos. Aquella arremetida del gobierno federal con el acompañamiento del gobernador Perotti, para su salvataje, chocó con la impronta liberal de comercializadores que, financiaron y establecieron movilizaciones en contra de la decisión federal. Emergieron a los poco más de 40 días, centenas de productores reclamando el pago de sus producciones embarcadas hacia el puerto de Reconquista donde, por supuesto, los silos no reventaban porque el inocente poroto de soja ya no residía en las pampas argentinas. Por una no tan extraña mueca del destino, evidentemente esta fue la primera víctima de un sistema de puertos privados y desmanejos gerenciales. Nadie sabe cuánto se embarca a ciencia cierta desde los puertos santafesinos, he aquí donde la propuesta de los gobernadores Perotti y Capitanich cobra fuerza en la alternativa a la transnacional de que las provincias conformen una unidad de gestión portuaria, quizás con la incorporación del Canal Magdalena y del gobernador Kicillof en una acción que tiene relación directa con la soberanía de nuestras acciones productivas y la renta en beneficio de todos los argentinos.