Hace apenas unos días, Milena Gauna, una joven estudiante de diecisiete años, decidía quitarse la vida en la ciudad de Santa Fe. Otro caso de bullying que no había sido resuelto, que no había sido abordado a tiempo. Fue noticia por unos días en los medios de la capital santafesina hasta que esa noticia terminó tapada por "otros temas más importantes" como el Mundial de fútbol, la suba del dólar, el paro de camioneros y de las CTA y la despenalización del aborto. No obstante, una marcha organizada el sábado 9 de junio pasado por estudiantes santafesinos, nos interpeló a los adultos (padres, docentes, directivos, funcionarios). Las consignas fueron bien claras: "Queremos protocolos de prevención contra el bullying". "No queremos más muerte por ese tema". Acompañé a los familiares de Milena y a los alumnos en esa marcha en la plaza, frente a la Gobernación, donde muchos jóvenes pidieron ser escuchados y se quejaron de no tener voz. A pesar de que hace muchos años que abordo este tema apostando a la prevención, sentí una gran impotencia; nada ni nadie le devolverá a Milena a su madre. Algunos opinan que la mamá cometió un grave error; enviar a Milena a una escuela que no era para su nivel socio económico. ¡Como si la educación fuera privilegio de los ricos, como que no se puede ir a una escuela de elite con zapatillas que le dio un sindicato a tu mamá! Hace poco leí que a las clases dominantes no les importa que los hijos de los pobres estudien, lo que les molesta es que lo hagan en la misma escuela que sus hijos. Hablemos de inclusión en serio, hablemos de aceptar al diferente, luchemos contra el acoso, el maltrato y la discriminación. El bullying es un problema que no respeta ni grandes ciudades, ni pueblos pequeños, ni colegios de elite, ni escuelas humildes. El bullying es, ni más ni menos, que el reflejo de una sociedad intolerante. Si nos involucramos todos, el bullying se termina.
Arístides Ricardo Alvarez
Asociación Civil "Si nos reímos, nos reímos todos"
¿Y ahora que dirá Francisco?
Existe la creencia en nuestro país y entre muchos católicos visiblemente desilusionados, que el Papa Francisco no visita la Argentina aún cuando lo hace a países vecinos, saludando de paso en un escueto mensaje y "en ingles" o que recibió sólo por unos minutos y sin demasiada simpatía al presidente Macri, por la única razón de haber permitido la discusión en el Congreso de la ley de "despenalización del aborto". Ahora bien, si una gran mayoría de los diputados del partido gobernante votaron negativamente al proyecto, mientras las multitudes de legisladores kirchneristas y de izquierda, que visitaban en tropel el Vaticano y se atropellaban para obtener una foto algún rosario o un regalo para mostrar, votaron "casi por unanimidad" a favor de la ley, ¿cuál será la actitud del Santo Padre en el futuro? ¿Sentirá alguna pena y desilusión por la cantidad de llamados, cartas de solidaridad y los cientos de rosarios que repartió en los últimos años, o sólo se sentirá arrepentido? Sus sentimientos no los conozco, pero a mí sólo me bastaría con una simple visita.
Alejo Uribe
DNI 6.259.301
¿Cómo pago mi préstamo con esta inflación?
Señor presidente Mauricio Macri: en enero de 2018 he confiado en el sistema Uvas que estrenaron en el 2016 para sacar un préstamo hipotecario y así poder comprar mi casa. Como usted sabrá, el capital es ajustable prácticamente con la inflación. Durante 2017 ésta fue bajando y "pintaba" controlarse de ahí en más, como para que los que nos arriesgamos a optar por este sistema, no tengamos situaciones desagradables. Pero la alegría de tener casa propia duró poco. Tomé el préstamo en enero de 2018 y en sólo cinco meses mi deuda con el banco subió el 10%. Y no quiero imaginar lo que se incrementará a fin de año con una inflación descontrolada al 30% como pronostican todos los que saben. Le explico como a un escolar de primaria: Tomé $ 1.500.000 en enero de 2018. Al 31 de mayo, después de haber pagado cinco cuotas, debo $ 1.650.000. Y si la inflación es el 30% en 2018, deberé al banco $ 1.950.000, menos muy poco de capital que pago en cada cuota. Se lo digo para que me entienda: me van a faltar 150 años para poder pagar la deuda, siempre y cuando algún día usted pueda controlar la inflación. Eso sí, el banco está bien cubierto y tiene el capital ajustadísimo a su valor. Negocio perfecto para el banco que además se lleva su interés. La pregunta, señor presidente, es: a los que confiamos en su palabra y su sistema, los más chicos de la cadena, los que pagamos en definitiva, ¿tendremos que, además de hipotecar la casa, hipotecar nuestra vida entera y la de los nietos para poder pagarla? ¿No piensa en tomar alguna medida para que los que confiamos en su gestión no seamos decapitados por la guadaña financiera/inflacionaria? Sería justo que el esfuerzo sea compartido. Que el banco (la posición más fuerte) colabore, se modifiquen los contratos y así pueda alivianar las enormes pérdidas que causa al pequeño particular que tomó el sistema Uvas por culpa de malas decisiones tomadas por su gobierno. Si no se da cuenta se lo comento, señor presidente: es imposible pagar un crédito hipotecario Uvas con una inflación descontrolada. Y usted nos metió en este desagradable sistema abusando de nuestra confianza. Algo tiene que hacer. No puede quedarse callado ante esta calamidad que vivimos cientos de miles de argentinos. A no ser que quiera que los bancos abran oficinas inmobiliarias. Porque, de no cambiar algo, se van a quedar con todas las propiedades. Espero su respuesta, señor presidente.
Jorge Milesi
DNI 14.180.351
Conocer a nuestros legisladores
Miles de jóvenes, mujeres en general, lograron sacudir el letargo sostenido en la historia con un clamor popular que, al darse masivamente en todo el país, logró atravesar las puertas de la Cámara de Diputados de la Nación, en general bastante sorda a los reclamos del pueblo. A ellas nos sumamos las otras, las mujeres de otras generaciones, esta vez más reflexivas y atrevidas, quizás contagiadas por el juvenil impulso. Y se obtuvo la media sanción sobre la ley de legalización del aborto. Veremos ahora cómo se expide el Senado de la Nación. Quiero detenerme en este momento histórico para reflexionar sobre los diputados y los senadores que entre todos hemos elegido y a quienes les hemos dado un lugar para que resuelvan a favor o en contra de nuestros derechos. ¿Quiénes son esas personas? ¿Cómo piensan, cómo sienten, cuál es la historia personal que les permitió ocupar un lugar de tanto privilegio? He comprobado que muchas personas como yo, con vergüenza y con culpa, votamos sin saber quiénes eran la mayoría de ellos. Sólo alcanzamos a conocer un poco a los que se presentaban como primeras figuras. Nos equivocamos. Nos dimos cuenta cuando al seguir el debate por televisión del 13 de junio, nos hallamos con muchos diputados desconocidos. Ahora no queremos que nos pase lo mismo con los senadores. Investigaremos como podamos para saber quiénes son, cómo piensan, de dónde provienen sus ingresos y si son confiables y conocen a fondo el sensible tema que les toca tratar. Todo eso antes de que voten la media sanción. Si encontramos corruptos lo diremos, si encontramos traidores lo diremos y si encontramos malas personas con intereses mezquinos o ignorantes en la materia, lo diremos. Es lo único que podemos hacer aquellos que como yo no pusimos debida atención en su momento, y así ayudaremos desde un humilde lugar a sostener esta bella democracia en avance.
Edith Michelotti
La salida de Aranguren y lo que vendrá
Las cargas se acomodan en el camino dice el viejo dicho, parece que el presidente Macri decidió hacerlo, pero falta uno que espero lo despida inmediatamente, el ideólogo de cuantos yerros ha cometido el gobierno: Durán Barba. A decir verdad, lo voté todas las veces, pero nunca imaginé que le daría las riendas a este gurú vendedor de humo e ilusiones, mucho menos que tuviera tanta influencia. Cuando habla me recuerda a Peter Sellers en su película "Desde el Jardín". Al final, Sturzenegger nos metió, tal vez desesperado, en un callejón con pocas salidas. Aranguren se fue con la promesa de repatriar sus fondos del exterior y nos dejó el gusto amargo de habernos tomado de pelo, ¿Sabía acaso cómo terminaba esto? Después de todo, le hizo muchos favores a sus amigos precursores de la energía limpia (bolsillos). No robó nada, pero su corazoncito o sus acciones siguen estando en Shell, es obvio que con su experiencia seguirá asesorando a la compañía, los CEO son honorarios, nunca se van. En pleno lío se le ocurrió decir que todavía no sabían si iban o no a reajustar las tarifas, esto y decir en un avión volando arriba del Atlántico que hay una bomba, es lo mismo. Veremos qué nos depara el destino con Javier Iguacel y Dante Sica, igualmente es una semana muy complicada, llegó todo al mismo tiempo contra el alambrado.
Roberto Rubén Sánchez
DNI 8.634.022
Agradecimiento a la atención en el Pami I
Agradezco a todo el personal de todos los sectores del Pami I porque recibí atención de medicina con el concepto de que "paciente es persona". Una semana internada allí fue suficiente para evaluarme y salir satisfactoriamente recuperada. La salud pública avanzó por la capacitación del personal y mejoraron la distribución del presupuesto. Ahora los jubilados podemos, aún sin el 82% móvil, ser atendidos con el nivel de instituciones privadas.
Norma Lidia Martínez
DNI 5.015.393