Por hablar de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa), el espacio sideral o el planeta Marte podría imaginarse que el ingeniero rosarino Raúl Romero da esta nota a La Capital flotando en el éter. No: lo hace desde su casa en Pasadena, California, donde mantiene múltiples reuniones online mientras toma mate.
Este hombre nacido en Fisherton, pero criado en el barrio de Arroyito, es quien tiene a cargo el mando del control del instrumental científico del robot Perseverancia, lanzado el 30 julio desde Cabo Cañaveral por la Nasa. El aparato persigue como fin llegar a suelo marciano el 28 de febrero del próximo año para explorar el cráter Jezero, donde corrió un río hace 3.500 millones de años, depositando lodo, arena y sedimentos.
La idea, comenta Romero, es que en 20 años lleguen astronautas al planeta Rojo para dar cuenta de si somos o no los únicos habitantes del cosmos. Pero además el rosarino es un científico empecinado a que cualquier chico argentino pueda seguir su camino y para eso está planificando crear una Fundación destinada a organizar campamentos espaciales para que los chicos aprendan ciencia y tecnología en Argentina. "Me rompe el alma ver a chicos con extremas necesidades como falta de comida, en mi país", dice Romero.
En esta nota con La Capital cuenta cómo un nene "común" de familia de clase media argentina llegó a diseñar instrumentos para naves espaciales en Estados Unidos y en un área de la Nasa con 800 personas a su cargo. La única autoridad argentina allí. Odisea del espacio.
"Nací de una familia trabajadora, no de dinero, no tuve padres con títulos de ciencia o ingeniería. Mi papá trabajaba en la administración del puerto y mi mamá era ama de casa, pero ambos trabajaron duro para que tengamos una mejor oportunidad y educación y nos estimularon", asegura quien de pequeño jugaba en el parque Alem a la pelota, a las bolitas o a los cowboys, pero recién empezó a soñar con conquistar la Luna cuando vio un programa de la Nasa en la tele.
Llegó allí de casualidad. A mediados de los 80 sus padres decidieron mudarse a Estados Unidos por cuestiones trabajo. Romero vio que buscaban un estudiante de ingeniería en la Universidad del Sur de California, donde estudiaba, y se postuló.
Hace 35 años que trabaja en la Nasa y hoy está muy ligado al robot (denominado rover) que se llama "Perseverancia" porque así lo votaron chicos de las escuelas primarias de Estados Unidos.
"Esta es una misión muy ambiciosa. Hace 20 años que se explora Marte con el objetivo de encontrar agua", señala Romero .
Si hubo agua había que tratar de encontrar rastros de organismos y ver si se podía vivir en Marte . "Este rover que se lanzó, el quinto, es el comienzo de otras misiones muy ambiciosas. Tiene instrumentos científicos que tratarán de confirmar lo investigado, hacer oxígeno y colectar muestras de piedras y polvo que depositará por la superficie alrededor de donde aterrizó. Una especie de Star Wars", ironiza.
El rosarino prevé que en 2026 otro robot llegará y colectará todas las muestras y se las transferirá a un satélite que las traerá a la Tierra, más o menos en 2031. "Y si se pudo hacer oxígeno, entonces en 2035-2040 un equipo de astronautas aterrizará en Marte", comenta el hombre que utiliza juguetes de su hijo para explicar todo por videollamada.
Quien vivió su infancia junto al Paraná ahora va por más y confiesa: "Sería lindo encontrar agua a pocos metros bajo de la superficie" marciana. No sabe si se logrará, pero tiene esperanzas y se confirme de una vez por todas "si estamos o no solos en este universo".