Lo peor que podía pasarle al gobierno nacional en estos días de pérdida de imagen es que al cuñado de Daniel Angelici lo echaran de la Afip por haber amenazado de muerte a un superior y que el operador en la Justicia haya salido con los tapones de punta (al mejor estilo Aníbal Fernandez) a decir que en ese organismo del Estado hay "caza de brujas". Trascartón, que los medios divulguen la noticia de empresas offshore "no declaradas" pertenecientes al ministro de Finanzas nacional, Luis Caputo. La pregunta del millón es: ¿qué va a hacer el gobierno? ¿Le va a dar el mismo trato que el dado a las noticias del kirchnerismo, con las que consolidó la idea del bueno y el malo, ganando las elecciones pasadas? ¿Saldrá el presidente Mauricio Macri a decir con firmeza, como ya lo hizo con Gómez Centurión, por televisión, que no habrá clemencia "para nadie", sea del espacio que sea, eyectando a Caputo, su amigo de la infancia, de la gestión de Cambiemos (como no lo hizo con Triaca)? ¿Seguirá observando pasivamente cómo se evapora el respaldo que nosotros, los ciudadanos, le dimos para que consolide el proceso de cambio pregonado en campaña? ¿O hará la "gran Alberto Fernández", que destrataba a Cristina cuando estuvo en los muchos espacios políticos que cabildeó buscando un lugarcito donde recalar para, finalmente, reunirse "a solas", a espaldas de sus convicciones (por lo menos, las que decía tener, tan parecidas a las de Groucho Marx) con la ex presidenta? ¿O la "gran Massa"que no se sabe para qué lado patea, y genera todo tipo de dudas apareciendo como argamasa necesaria en medio de un Partido Justicialista que no logra unirse? En definitiva, la pregunta es la siguiente: ¿Nos demostrará taxativamente que Cambiemos vino a cambiar la política y sus sucios valores? Los ciudadanos esperamos ansiosos. No queremos más de lo mismo, ¿se entiende?