En noviembre tendremos una nueva oportunidad para los pasivos de liberarnos de estos gobernantes que nos subestiman a punto de hacernos sentir un lastre y mendigos de esta sociedad. No, señores. Fuimos y somos los constructores de la misma, y aún seguimos aportando nuestro trabajo, no nos engañen como niños, juegan con las necesidades. Las fórmulas magistrales cada vez nos alejan más de la vida real y las góndolas. Hay que partir de una retribución jubilatoria que nos libere de la miseria, que contemple todo los que necesita un pasivo para vivir dignamente, luego actualizar según la inflación mensual y no especular con la fecha de vencimiento de los mismos, (su fallecimiento) o con bonos miseria que se reparten electoralmente, apareciendo luego el demagogo de turno como el salvador regalando maná. Hace unos días el gobierno le condonó o regaló mil millones de dólares de ITC (impuestos al combustible) a un conocido “pirata” amigo del poder, 800 escuelas rurales menos, y los que trabajamos toda la vida para que estas sanguijuelas se alimenten de nuestra sangre, no tenemos ninguna oportunidad. Si todos los jubilados bien representados nos opusiéramos y exigiéramos lo que nos corresponde otro sería el fin, no olviden las franjas etarias posteriores pasarán por la misma situación.