Señor presidente, hace unos años Néstor Kirchner dijo:. “Estás nervioso, Clarín”, y veo. que usted está muy alterado. Llamó imbéciles a miembros de la oposición y les dedicó otras caricias auditivas. Si su palabra era poco creíble, ahora está más devaluada que moneda de cobre. Jamás desde febrero de 1962 voté una lista del peronismo, no falté a ninguna de las elecciones (cuando las hubo) porque siempre estuvieron conformadas por fanáticos provocadores y violentos, engañados por los cantos de sirena de los seguidores cercanos al más grande dictador que sufrió la Nación. ¿Usted y su colección de soberbios e inútiles que nos mienten todos los días no lo escucharon a Juan Domingo Perón llamando a las masas de trabajadores a llevar alambre de fardo y colgar a los opositores, y que se armen con palos y vayan a dar leña por la calle Florida? El creó la “Sección Especial” al mando de Lombilla y Amoresano y les hacía dar a los presos políticos picana eléctrica como a Cipriano Reyes (obrero), Bravo (estudiante). ¿Usted fue alguna vez profesor titular por concurso de la cátedra de Derecho Penal en la UBA? Usted, sus dichos y acciones son su propia oposición. Le transcribo a continuación una frase del libro “Kafka en la orilla”, del escritor Haruki Murakami, nacido en 1949. Dice: “Cerrar los ojos… no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Sólo un cobarde cierra los ojos. Cerrar los ojos y taparse los oídos no van hacer que el tiempo se detenga”.