Una muy buena sanción fue la ley de Bosques en el año 2007. Se entendió que la tala indiscriminada y las áreas protegidas, beneficiaban el aire y protección del medio ambiente. Casi siempre, los intereses económicos prevalecen ante leyes correctas, que defienden la vida de los pueblos. El 80% de la deforestación se concentró en el norte, cuatro provincias lo permitieron: Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta. Después de que se sancionó la ley, se desmontaron o desaparecieron bosques, en la cifra de 2.107.208 hectáreas. Un tercio corresponde a las áreas prohibidas. Ninguna sanción, ningún comentario. El señor dinero compra el silencio de los funcionarios que deben hacer cumplir la ley. Tenemos el "honor" de estar en el noveno puesto, de los países que menos cuidan sus bosques nativos. El 4,3 % de la deforestación mundial, es el porcentaje que nos corresponde por liderar la tala indiscriminada de bosques, sin respetar leyes ni perjuicios a futuro. Sucede lo mismo con el agua. Se contamina para sacar oro. Se contamina el mar, la tierra, el aire. El ser humano, con protección de los Estados, va contaminando todo lo que lo rodea, con la razón del progreso y el dinero. Vamos hacia la destrucción de nuestra naturaleza. Pero no equivocarnos, estamos destruyendo el porvenir del futuro. La razón de gobiernos progresistas y decentes, son fundamentales para subsistir y progresar. Nunca debemos permitir corrupción en nuestros representantes, con antecedentes o juicios en la Justicia. Nuestra experiencia es mala. Perdimos 12 años. Los más pobres fueron los mayores perjudicados. Los responsables, muchos andan sueltos, pretendiendo volver al poder para evitar la Justicia. Cuando todo el pueblo tenga educación, salud, vivienda, alimentación, seremos primera potencia en el mundo. Tengamos fe.