Soy docente de nivel secundario desde 2001 y terciario desde 2005 ininterrumpidamente, soy de esas docentes que va a trabajar con mucha alegría, porque no me imagino otro lugar en el mundo que no sea una escuela, no falto, me capacito mucho y soy querida por mis estudiantes. La geografía me acompaña en mis clases de la mano de grandes valores inculcados por mis padres. Mi madre, vicedirectora jubilada de nivel primario, me transmitió esta gran vocación que siento. Mi gran deseo es crecer en esta bella labor, pero me di cuenta que es el único ámbito donde uno no puede hacerlo. Desde que cumplí los cinco años de antigüedad que me inscribo en el cargo directivo, nunca vine desestimada, en el 2012 se produce una vacante en la EESO Nº 237 de mi ciudad, Carcarañá, y mi número de orden era el 12 y tenía grandes posibilidades, resulta que llega a último momento el nuevo escalafón y vengo desestimada; la razón fue que me faltaban sólo ocho meses para cumplir los 10 años de antigüedad y además no tenía hecha la especialización en Gestión; no bajé los brazos y comencé a cursar la licenciatura en Gestión y calidad educativa, y terminé obteniendo uno de los mejores promedio en 2015. Ahora se genera un puesto vacante en el cargo directivo, la directora reemplazante Fernanda Luján fue convocada por el Ministerio para un proyecto de Fortalecimiento y como no hay más inscripciones para el cargo solicitan que se cubra. Señora ministra, el escalafón sólo considera antigüedad y de todo el personal (quiera o no), sé que está contemplado en el decreto Nº 3.029 (reglamento docente), pero es muy frustrante ver que en ese escalafón valoran al que falta desmedidamente, al que nunca se capacitó, al que se quiere jubilar porque está cansado y demás. Mi carta es simplemente para expresar una gran desilusión, y también para decir hasta cuándo se seguirá valorando al que no hace las cosas bien. Permanentemente motivo a los estudiantes a que luchen por sus sueños y yo hoy quiero luchar por los míos y por los de todos aquellos que trabajan incansablemente por los suyos. Hoy la escuela necesita gente que se comprometa, que quiera estar y dedicar su tiempo a otros. Hoy el mundo necesita gente que ame lo que hace. Señora ministro ojalá que este decreto vuelva a la mesa de discusión, y permita repensar y valorar a aquellos docentes que amamos lo que hacemos y queremos también tener la oportunidad.
El nacimiento del Che en Rosario
En la sección "La historia rosarina" (La Capital, 14-6-2017) se dice, sin aportar fundamentos, que el Che Guevara nació en el Hospital Centenario. En realidad no existen constancias concretas al respecto, pero en cambio lo que sí está comprobado es que Guevara no nació en el edificio de Entre Ríos 480, pese a lo que afirman algunos folletos turísticos. La revista cultural La Maga, una importante publicación nacional de la década de 1990, publicó en mayo de 1997 un reportaje a dos hermanos sobrevivientes del Che y ambos negaron que el lugar de nacimiento fuera ese domicilio. Su hermano Roberto Guevara de la Serna dice en el reportaje: "Contó mi madre que Ernesto nació en una clínica de Rosario. La casa que aparece en la inscripción de nacimiento es donde vivió los primeros días pero no donde nació". Y su hermana Ercilia dice:"El nació en una clínica y después fue a la casa y estuvo tan enfermo que casi se muere". El domicilio de Entre Ríos 480 fue anotado en el acta sólo porque fue el lugar donde se alojaron los padres, que estaban de paso por esta ciudad. Cabe agregar que la Municipalidad ha colocado un letrero frente a la puerta de Entre Ríos 480 que dice "Casa Natal Che Guevara", un error oficial engañoso para rosarinos y visitantes.
País insólito si los hay, y con castigo al revés
Increíble, sí increíble, una persona mata a otra, en su domicilio, cuando ésta trata de robar u otra causa. Ese delincuente tiene antecedentes penales. Habría que darle una medalla por su valentía a la dueña de casa, y más siendo mujer policía, pero le dan prisión domiciliaria. Increíble. ¿Qué pretenden los jueces o camaristas, que lo inviten al delincuente a cenar o almorzar? Por favor, país, seamos serios alguna vez en la vida.
Sobre la copa de un ceibo
Sobre la copa de un frondoso ceibo, del otro lado del río yo vi tu inauguración ¡Cómo perdérmelo! Si con mis 11 añitos pasé muchas veces por el lugar donde te estaban construyendo. Ahí me enteré que tendrías forma de barco y con muchas estatuas que tienen su significado. Yo vivía entonces con mis padres y mis hermanos en el Charigüé, isla perteneciente a la provincia de Entre Ríos, y mis padres no nos pudieron traer para ver el desfile ¿Cómo poder estar un poquito presente en ese día tan importante, donde se inauguraba un monumento a nuestra bella bandera? Hace 60 años eras lo más alto que se veía desde la isla, apenas solo te acompañaba la cúpula de la catedral. Desde la copa de ese ceibo se veían las cabezas y los brazos en movimiento de los soldados desfilando al ritmo de la marcha de San Lorenzo. Recuerdo mi inmensa emoción cuando a través del río se escuchó el "sí, juro". El general Manuel Belgrano seguramente debió haber estado muy orgulloso de estos hijos de la patria. Sesenta años han pasado de mi bello Monumento, orgullo de todos los rosarinos. Espero estar cerca tuyo ahora, y poder verte de cerca, con los ojos de esa nena que te vio por primera vez a lo lejos desde la copa de un ceibo.
Todo siempre entre ellos
Al otro día de la entrega de los Martín Fierro algunos medios televisivos registraron ese encuentro. Puesto que tenía al gasista y su gente trabajando en mi casa, de tanto en tanto, cruzaba la zona donde tengo apostada una gran pantalla y escuchaba sobre la ceremonia de entrega de premios: estatuilla para Adrián Suar (el mismo discurso de todos los años) ...para Mirtha Legrand (el mismo discurso de todos los años) ...para Susana Giménez (el mismo discurso de todos los años) ... ¡para Marcelo Tinelli! (no podía faltar, sino la fantochada era incompleta). Todos los años lo mismo, todos los años los mismos, si hasta uno se termina preguntando si no es que a esta especie de clon del Oscar, los mismos de siempre se la pasan entregándosela y aplaudiéndose entre ellos. Si son siempre los mismos.
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