Creo que el centro de bulevar Oroño no daba para un embellecimiento y un mejoramiento en la circulación de las bicicletas. La Municipalidad optó por el embellecimiento y realmente quedó lindo, claro, siempre y cuando se lo mantenga porque por ahora no parece que lo hagan. Los yuyos ya superan al césped. Yo creí que entonces endurecerían la prohibición de circular con bicicletas puesto que ahora es más complicado, ya que no tienen el escape a los costados que estaban libres. A los ciclistas sería muy elegante detenerlos, pedirles perdón por la interrupción, hacerles saber que no pueden circular por allí y desearle que tengan un buen día. Pero eso no sirve aquí en la Argentina. Si no le quitás la bicicleta y le cobrás una multa, no te harán caso.
Siempre regreso al legado de dos escritores argentinos, cuyas historias me fascinan, y que han sabido pergeñar relatos y poemas imperdibles. Se trata de la prosa de Roberto Arlt descrita en sus "Aguafuertes Porteñas", diseñadas desde el viaje en un tranvía atravesando barrios de Buenos Aires, hasta concluir en su trabajo, la redacción del diario "El Mundo". Y también incluyo los poemas de Oliverio Girondo, que curiosamente pueden ser leídos desde el título de otro tranvía, para congratularse como pocas veces con el paisaje de países exóticos y situaciones de personajes y criaturas, que sólo pueden ocurrir narradas por una inteligencia prodigiosa. Pero claro, mezclar todo esto con la fábula que acontece por estos días en nuestro país, y en modo especial puntualmente en la ochava sudoeste de Lamadrid y Ovidio Lagos, donde un kiosco de venta de diarios y revistas ,y dos comercios muy rentables, cual lo son una farmacia y una agencia de loterías, me parece algo así como una misión imposible, pero por lo menos lo vamos a intentar. Conversar amigablemente con Ricardo y con Gustavo, quienes están a cargo de la atención del kiosco de diarios no deja de ser un placer. Ricardo en modo especial, con muchos años de su vida ligado a la gastronomía, como mozo en bares y restaurantes, me ha sabido contar sus atenciones en el centro de la ciudad, a personajes muy populares de nuestro país, como por ejemplo el actor cómico José Marrone y el delegado sindical Saúl Ubaldini, entre varios más. Y para cerrar ya que hablábamos de aquellos dos comercios muy rentables, nos referíamos a la farmacia y a la agencia de loterías, al fin de cuentas "con tanta malaria dando vueltas", giro verbal y preciso del léxico de la calle. Son la entrada natural de los cientos y cientos de los jubilados y muchos otros que se enferman y el mismo porcentaje de los que pretenden zafar acertando un premio millonario.
Felipe Demauro
Descanse en paz, maestro
Hace unos días falleció la figura más relevante de la historia de Racing: Juan José Pizzuti. Campeón como jugador en 1958 y 1961, Pizzuti fue el máximo responsable del equipo que fue campeón argentino en 1966, campeón de América en 1967 y campeón intercontinental ese mismo año. El maestro tuvo la sabiduría de amalgamar jugadores experimentados como Humberto Maschio, Oscar Martín y Juan Carlos Rulli con jóvenes como Agustín Mario Cejas, Roberto Perfumo, Alfio Basile, el Panadero Díaz y Juan Carlos Cárdenas. De fuerte personalidad, Pizzuti les inculcó un fútbol ofensivo. "El equipo de José" fue una tromba en la que todos, salvo el gran Mariscal, atacaban. Pizzuti se hizo cargo del equipo en el segundo semestre de 1965. No era el mejor momento ya que se encontraba en los últimos puestos de la tabla. Sin embargo, con fe, convicción y una voluntad de hierro armó un grupo comando que se mantuvo invicto durante 39 partidos. Un récord que recién fue superado en 1999 por el Boca de Carlos Bianchi. El momento sublime de Pizzuti fue el 4 de noviembre de 1967 cuando el Chango Cárdenas, luego de hacer su gol inmortal, salió corriendo para estrecharse en un fuerte e interminable abrazo con su mentor. Pizzuti partió, pero nació la leyenda.
Hernán Kruse