La Argentina atraviesa una situación socioeconómica muy difícil, y esto se refleja en los rostros de millones de personas que ya no saben cómo hacer para tener una vida digna, placentera. Es fácil advertir la preocupación de mucha gente, sólo basta con mirarle la cara de preocupación y enojo porque aún le cuesta entender cómo en un país rico en todas sus dimensiones y productor de alimentos, sus habitantes padecen hambre, falta de trabajo y desarrollo humano. Recuerdo que, hace poco menos de dos décadas, durante mi estadía en ciudades europeas alguien me dijo: "Cuando llegues a una nación, observá los rostros de sus habitantes, porque es la manera de saber en qué situación se encuentra esa nación". Muy cierto. En la Argentina se ven rostros llenos de tristeza y preocupación, producto de años de desilusiones y frustraciones. ¿Acaso esos indicadores sociales no son consecuencia del desempleo, de las escasas posibilidades de progreso social? ¿El malhumor que se evidencia en ciertas personas, que a veces deriva en violencia, no crece junto a la inflación, al desempleo, a los tarifazos? En nuestro país, el cambio que prometió Mauricio Macri antes de asumir la Presidencia está lejos de los reclamos airados de la sociedad. Con un 30 por ciento de pobres y una inflación anual que va a superar largamente las expectativas del actual gobierno, nadie se anima a decir que vamos por el buen camino. Ojalá se revierta la situación y se puedan ver rostros argentinos alegres.
Es muy difícil mantener la calma cuando escucho al presidente Macri. Digo esto al verlo inalterable, con un cinismo sin parangón cuando nos miente en nuestra cara al decirnos que estamos mejor. ¿Mejor? Si sacarles las asignaciones familiares a los más pobres, bajarle las retenciones al campo, aumentar la ganancias de los bancos, hacer esto es estar mejor, ya no entiendo más nada. El 22 de junio pasado ingresó la primera remesa del préstamo del FMI, 15.000 millones de dólares, y las reservas subieron a 63.270 millones de dólares, hoy están en 58.100 millones, o sea en un mes el país perdió más de U$S 5.000 millones ¿Dónde va la plata de la deuda? ¿Para cuándo un anuncio que favorezca a los que menos tienen? Otra preocupación que tengo es la instalación de fuerzas militares de EEUU e Israel en diversos puntos estratégicos. ¿Con qué motivo? El gobierno no da ninguna explicación.
Néstor Cáceres
El país de las mil maravillas
De acuerdo a la cantidad de personas que se ven por las calles, especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, interrumpiendo el paso de otras con sus modalidades piqueteras, jactanciosas y habituales, ya que lo hacen a diario. Parece que mucho la cosa no ha cambiado desde el año 2015 a la fecha. Por entonces, uno de los diarios más prestigiosos contaba entre sus páginas lo siguiente respecto a la situación social. Decía que 17 millones de personas recibían de la Ansés los siguientes beneficios sociales, a saber. Anote: 6.274.518 jubilaciones y pensiones; 5.148.425, asignaciones familiares; 3.621.129, Asignación Universal por Hijo; 1.502.779, pensiones no contributivas; 569.609, Plan Progresar; y 77.305, Asignación por Embarazo. Agregaba que el 45 por ciento de la población recibía estos beneficios a pesar de que el 30 por ciento continuaba en la pobreza. Como vemos, por la cantidad de personas que en horas laborables continúan interrumpiéndoles el paso a aquellas que con su trabajo y sus impuestos contribuyen a paliar tan injusta situación, esto, como se ve, no tiene remedio.
Felipe Demauro
Preferencias sociales
Si alguien trabaja como chofer no puede escribir correctamente. En caso contrario, la señora Estela Carlotto dudará de sus escritos y hablará de "persecución ideológica". Ella es muy selectiva y muy respetuosa de las diferencias sociales y económicas. Antes que en las constancias de un simple chofer elige creer que ex la presidenta Cristina Kirchner llegó a millonaria trabajando como abogada exitosa, y que el general Milani es un gentil defensor de los derechos humanos.
DNI 6.065.831