El célebre autor del Gaucho Martín Fierro, la obra cumbre de la literatura gauchesca argentina, solo vivó 52 años, pero su vida fue intensa hasta su gran creación narrativa-poética. Sus múltiples actividades incluyen periodismo en La Capital de Rosario, intentos comerciales y función cultural. En agosto de 1859 llega a Rosario castigado como soldado raso para la que fue la batalla de Cepeda (octubre de 1859). Aquí estaba su tío, el guerrero de la independencia, coronel Manuel Alejandro Pueyrredón, que logró levantar la pena y pasó a ser ayudante del jefe de su batallón. También estuvo en Pavón (septiembre de 1861). La participación en estas batallas y otras responden a su posición política consuetudinaria federal, con Rosas, Urquiza, y tras Pavón, por la extraña retirada, considerada traición por apoyar a López Jordán. El fin de la Confederación lo vivió en Paraná donde estuvo un tiempo instalado, luego en Buenos Aires, y tras el asesinato de Urquiza en 1870, se autoexilió en Uruguay y Brasil. Sin embargo, luego de dos años, estuvo en Rosario con propuestas de línea de tranway y participación en la creación de la primera biblioteca pública de la ciudad. En calle Buenos Aires 880 hay una placa recordatoria de su residencia y muy posiblemente haya escrito algunos versos de su famosa obra durante 1872, aparecida a principios de 1873 en Buenos Aires. Rosario le resultó cómoda, cuando venía estaba en familia. Por su tío y por su esposa Carolina González del Solar, fue apoyado por sus tres cuñados. Andrés, Melitón y Nicanor, personajes activos y prominentes en la intelectualidad rosarina. José Rafael Hernández y Pueyrredón nació en el hoy Museo Histórico José Hernández -Chacra Pueyrredón en 1834- un 10 de noviembre, Día de la Tradición en su honor. Falleció en Buenos Aires en 1886 un 21 de octubre.
Tiranos en potencia, tomen nota
A veces es difícil saber cuál es la realidad en el mundo moderno aunque la estemos viendo en vivo por Youtube. ¿Fue o no fue un golpe de Estado el de Mesa contra Evo Morales? ¿Fue un golpe lo de Evo contra Mesa en 2005? Y si denominamos “golpe de Estado” a la protesta popular multitudinaria que exigió que Evo renunciara a su prentendido cuarto mandato, luego de una elección que la Organización de Estados Americanos consideró muy dudosa, ¿por qué no nos referimos de la misma manera a la expulsión de De la Rúa de la Casa Rosada en helicóptero? No tengo respuestas absolutas, como tampoco creo que puedan tenerlas los Fernández. Lo cierto es que los pueblos del mundo han decidido que no están dispuestos a tolerar gobernantes astrales o imperiales que utilicen o cambien las instituciones constitutivas y constitucionales de una democracia con el propósito de permanecer en el poder por “derecho humano”. Tiranos en potencia, tomen nota.
Leonardo Peusner
Encrucijada boliviana
La crisis en Bolivia, aparte de las interpretaciones que puedan hacerse, deben dejarnos una enseñanza y una señal de alerta. Evo Morales, como primer presidente de origen indígena en la historia de su país, introdujo cambios muy necesarios y largamente esperados en nuestro país hermano. Sin embargo, con su conducta autocrática y claramente ilegal no sólo puso en riesgo las reformas encaradas durante su gobierno, sino a la propia democracia en Bolivia, puesto que ahora las fuerzas armadas y de seguridad en el país se han convertido en un factor de poder político difícil de ignorar. Dejando a un lado las particularidades de la situación en el país vecino, deberíamos tener en cuenta las graves consecuencias que puede acarrear una conducta similar en nuestro país, de la cual veo inquietantes signos en determinados sectores de la política local. Preservemos pues, nuestras instituciones y nuestra democracia, la cual, como Winston Churchill definiera, es “el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás”.
Juan Pablo Zucco