Mi mamá falleció el 5 de diciembre en Pami II. Estaba totalmente lúcida (leía diarios y escuchaba noticias), pero su cuerpo cansado no sobrevivió al posoperatorio. Antes de ingresar a cirugía me dijo: "Apenas salga, tengo que escribir una carta a los lectores". Transmito brevemente sus deseos: "Totalmente agradecida al personal del Pami, le pediría al presidente y a todos los funcionarios que se saquen el traje y la corbata y vengan a trabajar un día aquí. Sólo así podrán valorar el profesionalismo, el afecto y la calidez humana que brindan, y entenderán que nunca deben recortar ni ajustar en Salud Pública". En nombre de ella, Norma López, su agradecimiento a los profesionales de salud, médicos y enfermeras del 2º piso y de UTI, camilleros y personal de seguridad por el buen trato recibido y por la empatía puesta de manifiesto en estos largos días de internación. Mamá, ¡misión cumplida!