Soy contadora, sacrifiqué años de estudio, dediqué mucho esfuerzo para tener mi título y me capacito constantemente, pero me siento ninguneada, indignada y desbordada. Siento que no se valora nuestra profesión, por parte de clientes, organismos, profesionales y hasta colegas. Constantemente estamos luchando con la página de Afip que no funciona, constantemente estamos dando la cara a los clientes, y constantemente estamos actualizándonos, dedicando nuestro tiempo a leer y estudiar resoluciones, leyes y decretos confusos. Siempre estamos viviendo al límite, pidiendo prórrogas para poder cumplir en tiempo y en forma con nuestras obligaciones y poder asesorar al cliente como corresponde. Lo que pasó con el monotributo me indignó, tenemos que hacer el trabajo dos veces, primero explicarle al cliente que tiene deudas y aguantar sus quejas que son entendibles, luego se da marcha atrás con las deudas retroactivas. Realmente uno como profesional no se siente acompañado ni respetado. Me pregunto por qué el Consejo y/o Colegio de Ciencias Económicas hacen oídos sordos, y no alzan su voz para defendernos, no solo a los contadores independientes, sino también a los que trabajamos en relación de dependencia, ya que también lidiamos con la página de Afip, prórrogas y muchos inconvenientes que se presentan día a día. Espero que algún día esto pueda cambiar.