Uno de los aspectos más desastrosos de la gestión kirchnerista fue su política de transportes. El populismo y la corrupción se combinaron en un cóctel explosivo. Durante muchos años se congelaron las tarifas de los transportes. Con la constante suba de la inflación, alcanzaron un valor, en términos reales, que prácticamente los convertía en gratuitos. Lamentablemente, como expresó alguna vez Milton Friedman, "no hay tal cosa como un almuerzo gratis". Lo que alguien no paga, lo paga otro. O también él mismo, por otras vías. En este caso, la inflación. Para que las empresas pudieran prestar los servicios pese a una tarifa que no cubría ni mínimamente sus costos, se estableció un sistema de subsidios para los empresarios. Estos y los más altos funcionarios del gobierno se vieron beneficiados. Los empresarios, porque no eran controlados: bastaba que firmaran una declaración en la que manifestaban cuántos viajes realizaban y cuántas personas transportaban. Tamaña generosidad gubernamental era, por cierto, recompensada por los beneficiarios, con jugosas coimas. Mientras tanto, nada se hacía por invertir en mantenimiento e infraestructura. La tragedia ferroviaria de Once fue la manifestación más dramática de esa desidia. Ese sistema no podía continuar. Ahora se han hecho anuncios de un plan completo y sistemático destinado a imponer al mismo tiempo la racionalidad y la equidad en un sector tan importante. Las tarifas se incrementarán progresivamente. Los sectores de menores recursos pueden acceder a la tarifa social. Asimismo, se implementará, a partir del 1º de febrero, una modalidad tarifaria que permitirá que la persona que combine diversos medios de transporte público, pague su segundo boleto con un descuento del 50 por ciento, el que será del 75 por ciento, a partir del tercero en adelante, beneficiando a quienes toman varios transportes por día para ir y volver de sus trabajos. Los beneficios de esta Red Sube se acumulan con los de la tarifa social que ya implica un 55 por ciento de descuento en el valor del boleto. ¿Quiénes son los beneficiarios de la tarifa social? Jubilados y pensionados, personal de trabajo doméstico, beneficiarios de la AUH, asignación por embarazo, ex combatientes de la Guerra de Malvinas, Progresar, Argentina Trabaja, Ellas Hacen, Monotributo Social, Pensiones No Contributivas. Cabe destacar que las últimas cuatro categorías fueron incluidas durante 2016 y que la cantidad de beneficiarios de la tarifa social llega a las 3.8 millones de personas, con un incremento respecto a 2015 de un 81 por ciento. Esto es progresismo en serio, al igual que la construcción de cloacas, caminos e iluminación. El resto de los usuarios debe pagar tarifas más vinculadas a los costos. Aun con las subas, éstas serán menores, no ya que comparadas con las ciudades del mundo desarrollado, sino con las que pagan los usuarios chilenos, uruguayos o brasileños. El sistema que dejamos atrás era insostenible y además era injusto.
Gracias al sanatorio Rosendo García
A través de este medio quiero agradecer al doctor Adrián Luraschi y al equipo que lo acompaña en el servicio de Cirugía del sanatorio "Rosendo García". Es por la atención recibida en las dos cirugías abdominales a las que fui sometida, y que gracias a Dios al profesionalismo y calidez humana con que me atendieron pude salir del grave cuadro que presentaba y recuperarme.
Elvira Gricel Zacco
DNI 4.673.278
Quién controla a los maleteros
¿No hay nadie que regule a los maleteros de la terminal de ómnibus Mariano Moreno que cobran lo que se les antoja? Un pasajero quería llevar un TV de 17 pulgadas y tuvo que pagar 600 pesos para poder llevarlo. ¿Se podrá investigar al respecto?
Celso Fernández
DNI 17.444.465
Nosotros y nuestros hijos
Considero que los cambios sociales que se dan en los pueblos tienen su origen en los cambios que se dan en las relaciones interpersonales. Y citaré un ejemplo, comparando lo que acontecía hace cuatro décadas y en la actualidad. En los años 70, cuando yo tenía 15 años, el mayor de mis hermanos (ya fallecido hace muchos años), que tenía 10 años más que yo, decidía en ocasiones por mí en ausencia de mi padre. Y cuando íbamos a jugar al fútbol en un lugar en el cual él consideraba que era peligroso para mí hacerlo, decía: "Daniel no juega", y yo no jugaba. Por más que otros muchachos de su edad le insistieran y yo también presionara, su decisión no se modificaba. Algo parecido sucedía cuando quería mezclarme en la conversación suya con sus amigos. Se utilizaba por entonces entre los jóvenes veinteañeros, una frase muy conocida que decía: "Echate tiza en el taco y picá con efecto". Esta frase se utilizaba como una manera sutil de decirles a los más chicos, "retírate", y me la aplicaban. Obviamente, lo hacían en resguardo de la buena educación y las sanas costumbres mías, mucho menor que ellos. Actualmente, es común ver juntos el día entero, a pibes de 10 a 15 años de edad con otros diez años mayor que ellos, absorbiendo de estos todas las malas costumbres adquiridas en el corto tiempo de su existencia, en tanto, sus padres o algún mayor responsable, brillan por su ausencia. En síntesis, considerando lo que Rousseau decía, que todos nacemos buenos y que la sociedad nos contamina, es necesario por un futuro mejor un control más riguroso sobre nuestros hijos.
Daniel Chavez
DNI 12.161.930
Deslindando responsabilidades
He leído un artículo muy interesante de este diario, escrito por Marcelo Castaños, con motivo de la tragedia ocurrida en la localidad de Puerto San Martín, en una cerealera de capitales chinos. En ella, el secretario general del sindicato de aceiteros responsabiliza a la empresa y a los ingenieros que no tomaron medidas ante un hecho que venía de hacía meses, sin quitar la responsabilidad que le cabe a la empresa. Me pregunto qué medida adoptó el sindicato teniendo conocimiento de antemano que esto podía suceder. Veo que ninguna, sólo se limitaron a decretar un paro de actividades después de ocurrido el siniestro cuando esa medida se tendría que haber tomado con anterioridad. Por ello, pienso que los sindicalistas son tan responsables como los empresarios, pretendiendo eludir esa responsabilidad con un paro de actividades decretado en forma tardía. A la mayoría de los sindicalistas lo que menos les importa son los trabajadores sino su bienestar personal, es por eso que en nuestro país tenemos sindicalistas millonarios y obreros pobres y explotados.
DNI 12.284.795
Recemos por el Papa Francisco (II)
Al año de haber asumido Bergoglio como Papa, este diario me publicó una carta bajo este título. En ella, con alegría y esperanza, pedía que recemos por el Papa argentino, por su salud y por su energía para que continúe su actividad, transformadora, de evangelización en la Iglesia Católica. Hoy, a casi 5 años de su papado, pienso algo que no logro comprender: ¿por qué el Papa Francisco no viene a la Argentina? Entre otras respuestas, me dicen que porque hay mucha violencia en nuestro país. Es evidente que en nuestro país existe una grieta difícil de superar, ejemplos que así lo demuestra sobran. Es verdad también que es un tema que debemos superar entre los argentinos. Pero a veces, buscar una ayuda es de inteligentes. Una de esas ayudas puede ser la visita papal. El Papa lo sabe, pocas personas en el mundo están tan informadas como él. ¿Por qué no lo intenta? Puede fracasar, pero si no lo intenta no lo sabremos. En todo el planeta hay grietas y mucha violencia, pero no le impidieron viajar a la convulsionada Palestina, a Tierra Santa, Estados Unidos, Egipto y nuestro vecino Brasil, entre los 30 países que ya visitó. A todos ellos fue con su mensaje de paz. ¿Por qué no lo trae a nuestro, su país? Desde mi visión de ciudadano común, me resulta difícil comprender su agenda. Y no quiero hacer juicios de valor. Pero, lo hemos visto recibir a dirigentes procesados por corrupción en forma amena y cordial. Y no fue así cuando recibió al actual presidente, con frialdad y apatía. No esperamos al Papa para que manifieste su posición política, que es obvio que la tiene. Lo esperamos para que ayude a curar las heridas de los argentinos, como misión apostólica. En los próximos días acariciará los cielos argentinos en su viaje a Chile y Perú. Le sigo pidiendo a Dios para que le dé salud, reflexión y sabiduría para que programe un viaje a la Argentina. Y rezo por él para que deje de ser el único Papa que no visitó su propio país.
Jorge Bustamante