El lunes 14 de noviembre mi hijo fue internado, con diagnóstico de neumonía, en el Hospital Público "Ramón Carrillo" de San Martín de los Andes (Neuquén). Desde el primer momento fue atendido por un equipo de profesionales médicos y enfermeras que se dedicó de lleno a su cuidado. Siempre con el doctor Daniel Ricardi al frente, un especialista de una sensibilidad tan valiosa como necesaria en estas situaciones. Es difícil escribir esta carta pero también indispensable para resaltar el valor de la salud pública y de los sanitaristas que ven a la persona antes que a la enfermedad. En la semana que mi hijo Julián estuvo internado nunca perdí la confianza en el Hospital, en el doctor Ricardi y en el equipo que lo acompaña. Nunca pensamos en trasladar a nuestro hijo. Cada paso dado siempre fue comunicado con delicadeza, con el trato humano como debe ser siempre. Una práctica que allí se advierte cotidiana y común a todos los pacientes. Seguramente habrá cosas para mejorar y cambiar, pero el principio del compromiso con la salud pública está. Y ese es un bien a defender, más en tiempos que el mercado pretende apoderarse de estos derechos. El hospital de San Martín de los Andes hace honor al nombre que lleva, el del gran sanitarista argentino que defendió la salud pública como derecho humano esencial.