Teatros, cines, muestras, conciertos, ferias de artesanos, museos, bibliotecas y los más diversos espacios culturales de la ciudad comenzaron a abrir sus puertas conforme la situación epidemiológica y de conformidad con los protocolos vigentes. “Un acontecimiento deseado” que además de valorar la actuación y el compromiso de los hacedores de cultura, también “simboliza que hemos empezado a recuperar la deseada normalidad”. De aquí en más debemos celebrar la “movida cultural” de Rosario que nos ha permitido salvar distancias y estrechar lazos durante el confinamiento. En estos tiempos difíciles, “la sociedad demanda cultura y tenemos que apoyar el potencial, las ganas y el talento de quienes nos la brindan”. En épocas de crisis hay que reinventarse y los artistas, músicos, compositores, pintores, artesanos, poetas y escritores, tan postergados durante la pandemia, vienen forjando un espíritu de lucha y resiliencia ante la vida. La cultura es el mejor antídoto ante la adversidad, un salvavidas, y si continúan actuando, gestionando, escribiendo, pintando o filmando es porque han resistido con valor y entusiamo. La cultura debe ocupar el lugar que merece sin perder la perspectiva, belleza y vigor que la atesora. Con la cultura se crea desde la infancia una herramienta de crecimiento personal, intelectual y colectivo. Debemos agradecer a todos los artistas y hacedores de cultura en general por su “esfuerzo, dedicación y vocación”. Muchos de ellos nos acompañaron virtualmente en los días más difíciles de la pandemia, en aquellas horas de incertidumbre, dolor, dudas y preocupaciones que condicionaron nuestras vidas. La sociedad comprendió que entre ella y la cultura existe un vínculo más fuerte del que nos imaginábamos porque ésta nos enriquece, pero también nos une más en las circunstancias que hemos vivido este último año y medio. La cultura y sus realizadores aportan visibilidad a la sociedad, la elevan y la dignifican. La cultura crea trabajo, nuevos horizontes, reflexión crítica, disfrute, sabiduría, educación, belleza, emociones y valores. La cultura es memoria, presente, futuro, reconocimiento y bienestar general. La cultura en Rosario aporta valor tangible al desarrollo económico y social por su calidad, imaginación y creatividad.