Felicito a los señores Juan Sánchez y Julio Chiappini, cuyas cartas publicadas el 17 de septiembre y tituladas respectivamente “Tenemos un país unitario” y “La estupidez no descansa nunca” le han dado ambas en el clavo a toda la situación actual (que tiene arrastre de larga data). En efecto da escozor ver cómo un país enorme de vasto territorio, repleto de recursos como es el nuestro vive en la precarización, evasión, corrupción y fuga de capitales, condenándonos al subdesarrollo; mientras que pequeñas naciones de escasos recursos como Islandia han sabido salir del pozo superando sus crisis y dándole una digna calidad de vida a su población. Es cierto también que la debacle financiera se avecina, tarde o temprano empezarán a quitarles ceros a los billetes (y posiblemente a imponer más restricciones como en 2001) y no son especulaciones sino profecías autocumplidas: el Foro Económico Mundial ya anunció el “Gran Reinicio del Capitalismo” para el próximo año 2021. ¿No será que tanta propaganda mediática y gubernamental sobre el coronavirus es en realidad una cortina de humo para encubrir el reseteo financiero que se viene?