He podido seguir con atención, en los últimos diez días, diversos debates acerca de la despenalización del aborto en nuestro país. Lo hice por medios gráficos y visuales, en distintos momentos del día. Excepto honrosas excepciones, la inmensa mayoría tomó partido por apoyar a quienes bregan por la despenalización; guiados por esa intención, invitaban dos o tres personas de una posición para que "destrozaran" a la única invitada que proponía "salvar las dos vidas, la del hijo y la de la madre", se le daba poco tiempo o la interrumpían con la ayuda de los conductores televisivos. Hace unos días vi una nota en este diario, y hubiera deseado que la misma cantidad de páginas que le dieron a las promotoras del aborto, lo hicieran también con quienes defienden la vida humana del no nacido. Concretamente, me refiero a la edición del jueves 1º de marzo del corriente año. Con respecto a los argumentos, quienes defienden la vida del niño no nacido, lo hacen desde la biología y la embriología, invitan a ver ecografías y profundizar el concepto de persona desde lo jurídico, sabiendo que nuestra Constitución nacional consagra el "derecho a la vida". Eso se apoya en que la vida humana se inicia en la concepción, cuando se unen el óvulo y el espermatozoide, todo lo que sigue como un continuo es "la maravillosa aventura del embrión". Pero el ámbito de la decisión final –si habrá o no ley, y qué ley– es el Congreso de la Nación, sin embargo su motor está en la política, en el poder. El aborto legal es una de las herramientas del control demográfico que implementan los centros del poder mundial –la ONU por ejemplo– y las naciones poderosas. No es nuevo, "El Banco Mundial pide menor tasa demográfica" titulaba sin tapujos el diario La Nación el 28/08/1994. Lo mismo hace encubiertamente Unicef, lo hizo en Ruanda y Tanzania, entre otros países. Finalmente, quienes amamos a esta querida Patria, queremos sus riquezas para los argentinos, por eso, que todos los argentinos nazcan, ayudemos a sus madres en riesgo pero no los maten antes de nacer. Para la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), el aborto es un negocio y, esto tampoco se dice, financia, como George Soros, a periodistas y legisladores. El aborto no es un derecho, es un negocio.
Carlos Robledo
DNI 14.509.377
Delegado Provincial de la Red Federal de Familias
Pierde el pelo pero no las mañas
El ex vicepresidente Amado Boudou sigue disfrutando de su libertad. Está libre disfrutando lo que se llevó en su función en el Estado. La sociedad no entiende qué pasó. Tal vez, un juez fantasma lleve su causa fantasmal también. Hoy, es nuevamente noticia. Con el descaro que lo caracteriza solicita que se le pague la jubilación por el cargo que, supuestamente, debió ejercer en la Nación, y también por las guitarreadas que ejecutaba alegremente con sus amigos estrafalarios. Ávido de dinero, no disimula su hambruna de poder y riqueza. Pero, los tontos somos nosotros, los ciudadanos que lo dejamos en libertad sin protestar y sin verificar el por qué de esta decisión judicial. Sería conveniente que el juez de esas causas dé "señales de vida" y explique tamaña incongruencia. Se sabe que el dinero estafado por la banda k no aparece, por lo que la sociedad sigue aportando, con enormes esfuerzos, su dinero al Estado que debería fijar serias posiciones en qué los invierte. Por ello, estaremos a la espera de estos difamantes acontecimientos.
María Emilia Farros
DNI 14.784.332
El pecado de los argentinos
Uno de los mayores males que estamos padeciendo los argentinos es el olvido del pecado. Sin abordarlo desde la óptica de la religión –porque cualquier religión señalaría como pecaminosa una multitud de pensamientos, acciones e intenciones que desbordarían este espacio en el que estoy escribiendo–, me limitaré a brindar sólo dos definiciones de las tantas que da la Real Academia Española. La misma define como pecado a "cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido". Y como "exceso o defecto en cualquier aspecto". Los argentinos debemos tomar conciencia de que el pecado es tan grave que ya excede los dominios de la religión, que enseña cómo evitarlo o enmendarlo. Si queremos mejorar la forma en que vivimos, la realidad actual nos impone darle un lugar privilegiado en nuestras mesas de diálogo, ya sea familiar, político, religioso, comunitario o de cualquier ámbito social. Por sus nefastos efectos, el pecado debería ser la figura más popular del momento, o el centro de la comidilla de los chismeríos. Porque, cualquier "cosa que se aparta de lo recto y lo justo o que falta a lo que es debido", tanto como cualquier "exceso o defecto" (entendido como falla o error en el accionar), como dice en su definición la RAE, es pecaminosa y da como resultado solamente perjuicios a nivel personal y en todos los ámbitos sociales. Es hora de comenzar a reconocerlo y a combatirlo, porque no se trata de una abstracción sino de una realidad lacerante para nuestros intereses y nuestro destino. "El camino que llega al prójimo es, para mí, larguísimo", decía Kafka reflexionando sobre el pecado. Es hora de que nosotros también comencemos a transitarlo.
Daniel Chávez
DNI 12.161.930
El que está solo y espera
"La vida de una persona comienza en el momento de su gestación". Esta afirmación es una falacia porque confunde vida con persona. Un feto en el vientre materno es "vida" pero no persona. No se nace persona. Se hace persona a partir del momento en que el niño se afirma como individualidad y pronuncia "yo". Es el momento en el que comienza una construcción social y se afirma una identidad. Entonces, la identidad es el soporte de la persona. No es posible alcanzar el grado de persona sin una identidad cuyo desarrollo requiere de una actividad socialmente valorada. ¿Qué actividad? ¿El trabajo? No es suficiente. La privatización de la plusvalía y su acumulación como capital financiero para uso del poder hegemónico a través de la deuda es su enemiga. ¿Entonces? No debe haber ninguna duda de que la actividad que genera el desarrollo de la persona y su identidad como tal, en estos días de sociedades alienizantes donde el espectáculo pretende llenar el vacío, que la razón instrumental y el pragmatismo concomitante han dejado en los seres humanos con la convicción de que sólo lo útil es verdadero, debe ser la lucha por los derechos humanos. Todos los derechos humanos. Aquello que Freud definía como "sublimación". Sí. También el aborto legal que generará menos madres muertas. Es la única forma de empezar a combatir la soledad y la angustia del que no pudo o no supo evadir aquella imagen que el espectáculo dice que debes tener. Ese personaje ensimismado preso en la persecución de su objeto de deseo. El que está solo y espera.
Abelardo Pagani
DNI 6.009.529
El lado oscuro del presidente Macri
Por más que sea rubio y de ojos celestes, el presidente Mauricio Macri ha mostrado un lado muy oscuro, y siguiendo los consejos de su asesor Durán Barba lanzó el debate sobre el detestable delito del aborto, al solo y evidente efecto de distraer a la opinión pública. Ni siquiera Néstor o Cristina Kirchner con haber sido personajes nefastos para el país cayeron tan bajo, en el sentido de abrir la posibilidad de aniquilar vidas humanas por meras conveniencias políticas coyunturales. Detrás de la iniciativa de Macri se ha lanzado toda la jauría progresista, entre ellos los oportunistas socialistas rosarinos, y parece que hasta Cristina Kirchner viendo la proyección de algunas encuestas ahora se podría volcar a favor del aborto que antes repudiaba. Pero bien dice el refrán que "mal paga el diablo a sus servidores", y la multitudinaria manifestación efectuada en Buenos Aires a favor del aborto terminó convirtiéndose en un acto contra el gobierno de Macri, con actitudes tan frenéticas y delirantes como el pedido de "aparición con vida" del fallecido Santiago Maldonado. Como están las cosas, creo que casi tan improbable como que resucite Maldonado es que volvamos a tener un buen gobierno en este país, lo que según muestra la historia no ocurre desde cuando en el siglo pasado gobernaron Frondizi o Illia.
Roque Sanguinetti
Ayúdenme, señores de Telecom
Señores de Telecom: me dirijo a ustedes por un problema que tengo con mi madre. Hace 20 días Telecom le cortó la línea y ella no debe nada. Yo les escribo después de llamar todos los días a la empresa y me dicen que en 24 horas "se lo vamos a solucionar". Después en 48 horas, luego en 72, y así pasaron los días. Mi madre es una persona mayor y sufre de hipertensión, y necesita el teléfono para llamar a emergencias cuando se siente mal. Por favor, les suplico que me ayuden, no es justo lo que nos están haciendo. Mi mamá es de Alberdi, zona norte, de la calle Zelaya. Más datos no doy por seguridad. Ayuda, por Dios.
Marina Callejas