En la tapa de los diarios publican la detención de un médico y una mujer por la práctica de abortos clandestinos. Como una excepción, una eventualidad, algo insólito, nunca visto. Como si no supiéramos que en Rosario, y en toda la Argentina, existen lugares que terminan con la vida de los niños por nacer. Se niega la cifra de 350 a 500 mil abortos que se realizan en el país por año, según estadísticas oficiales, que generalmente se quedan cortas porque son sacadas de las mujeres que tienen complicaciones con la práctica espantosa, desconociendo a las que se realizan abortos sin sobresaltos ¿Acaso figuran en algún lado? Nuestra sociedad está cambiando porque ahora se habla, se debate sobre estos temas urticantes o similares. Todos sabemos que siempre existieron, pero se escondieron debajo de la alfombra por siglos. Por lo cual es un buen momento para pensar, para opinar, para orientar. Por ello creo, que debe darse educación sexual como una materia más desde la escuela primaria, con seriedad y naturalidad, para que los niños aprendan desde pequeños, la importancia de una vida, para que el arribo a la edad fértil no los sorprenda con un embarazo no deseado poniéndolos ante la disyuntiva del problema de tener un niño en la adolescencia, criarlo en soledad, bancarse el reproche social y familiar o el aborto clandestino. Algo así como tener las vías en condiciones, para que el tren, que seguro va a pasar, no descarrile nunca. En ese sentido se queda demasiado corta la educación argentina. Pero siempre es buen tiempo para empezar. Y mientras se logra esa auténtica educación, al menos una vez debe ser legalmente aceptado el aborto provocado, porque si no, y todos lo sabemos, terminará en un aborto clandestino, porque cuando la mujer está resuelta a abortar es porque está tan desesperada que nada ni nadie logra disuadirla. Y allí es donde se pueden perder las dos vidas. Si no hacemos nada todo seguirá igual, con lo cual continuaremos siendo cómplices de esta realidad cotidiana que hoy ocupa la tapa de los diarios como inédita.
La diferencia entre María Eugenia Vidal y Cristina es abismal. Vidal lleva la bandeja llena de sencillez, humildad, honradez, nobleza y virtudes. En cambio Cristina lleva la bandeja llena de odios, rencores, soberbia, egoísmo e intolerancia. Vidal lleva la mochila cargada de obras nuevas y de recuperación de la provincia destruida por Scioli. Cristina lleva la mochila cargada de dólares de los sobreprecios de las obras cobradas y no realizadas, de las Rosaditas, de los aviones con bolsos llenos de verdes, de los cuadernos, de la Justicia para sus intereses, del veto al 82 por ciento de los jubilados, de la promoción de la delincuencia. Vidal recorre el camino desde su casa a su trabajo. Cristina el único camino a recorrer y por mucho tiempo es a Comodoro Py, y está libre gracias al maldito fuero que ninguna persona honorable lo puede tener.
Hay paradas del servicio de colectivos de pasajeros que son verdaderamente penosas, como ejemplo entre otras se pueden mencionarse las de San Lorenzo y Entre Ríos, de Santa Fe y Entre Ríos, y de Santa Fe y Presidente Roca. En ellas tienen paradas de 12 a 15 líneas de colectivos, en tres o cuatro palos con las señales numéricas. En horas pico se juntan cientos de pasajeros que andan haciendo malabares para subir y bajar de los coches, corriendo de un palo a otro ya que los coches no paran en el número asignado. Los pasajeros deben correr adelante del coche para ver el número de la línea en lugar de tenerlo al costado. Verano e invierno a la intemperie sin ningún tipo de protección. Debe tomar nota el Ente Municipal que corresponda.
Propuesta por Malvinas
El 14 de junio de cada año se menciona en Argentina como "Día de la Capitulación" (por 1982), y ese mismo día los isleños lo recuerdan como el "Día de la Liberación". Los integrantes del Club de Amigos MF y sin intenciones de cambiar nada de lo existente, proponemos recordar, el 15 de junio como "Día en que retornó la paz" y buscamos apoyo para difundir esta idea en toda América del Sur. Las fechas mencionadas existentes merecen todo el respeto pero, además, hay que aportar una idea superadora que ayude a suavizar heridas y generar una visión más integradora. En consecuencia, solicitamos a las autoridades correspondientes apoyo para que el 15 de junio sea recordado como "Día en que retornó la paz".