Es constante el repudio a innumerables situaciones agraviantes que nos perturban en el desarrollo de nuestras vidas. Cuando se destacan actividades magníficas, somos muy pocos los que reconocemos y agradecemos, más allá de que pensemos que cumplen su función como corresponde. Consideramos que es necesario identificarlos y agradecerles. A pesar de un contexto complicado y resistido, todavía hay gente que quiere y puede brindar, desde su espacio, la ayuda requerida. Hoy subrayamos el hacer de distintos estamentos de la Salud Pública y su administración en la Provincia de Santa Fe, particularmente en nuestra ciudad. En junio de 2020, resaltábamos la tarea superlativa del Cemar en el marco de una pandemia desconocida e impensada que convirtió a Rosario en el centro de atención del país y parte del mundo. Ahora la mirada la fijamos en la labor llevada a cabo desde el Ministerio de Salud de nuestra provincia. Su centro Covid reúne a importantes profesionales y auxiliares preparados para la atención de los llamados telefónicos. Cumplen un rol fundamental para esclarecer, indicar los pasos a seguir y responder cada duda que se plantea y, más aún, en este momento en la programación de la vacunación. Un tratamiento amable, paciente y con soluciones rápidas. Evidentemente, existe toda una escuela de formación de muchos años de un médico conocedor de la salud que supo implementarla. Nos referimos al doctor Hermes Binner, iniciador de esta habitualidad, que en muchas ocasiones no valoramos. Aquellos que nos benefician, nos cuidan y velan por nosotros, los ciudadanos, merecen el agradecimiento permanente. Esto es trascendente y hay que hacerlo público. Gracias a la ministra de Salud de la Provincia de Santa Fe, al secretario de Salud Pública municipal de Rosario y a todos sus trabajadores de la salud.