Sintetizando en lo posible todo aquello en que fue protagonista Hipólito Bouchard, corsario de la corbeta “Halcón” en el Pacífico junto a la fragata “Hércules” capitaneada por Guillermo Brown y luego sólo con la fragata “Argentina” alrededor del mundo, se concluirá con el armador, personaje del segundo término del título, que fue un patriota nacido en suelo rosarino. Al Pacífico la partida fue en octubre de 1815, corso que durante 1816 fue exitoso, por incluir un ataque al Callao hundiendo barcos y capturando dos fragatas que arribaban de Cádiz. Luego de capitalizar siete presas se decide regresar. En el reparto Bouchard reclamó una de las dos fragatas capturadas, la “Consecuencia” por serias averías de la corbeta “Halcón”. En Buenos Aires el armador festejó el cambio favorable, presentando la fragata como presa legal que, siendo así reconocida, se la rebautizó como la “Argentina”. El derrotero de la vuelta al mundo con el pabellón argentino es muy conocido, Madagascar, Hawai, Monterrey y Centroamérica. Al llegar a Chile en julio de 1819 y atracar en Valparaíso había una denuncia de piratería que era falsa. Pero fue pretexto para que lord Cochrane, jefe de la escuadra chilena, enemigo de San Martín, apresara a Bouchard, confiscara la “Argentina” y la corbeta “Santa Rosa” recuperada de una insurrección en otro corso, varias presas y les saqueara el valioso botín conquistado. Cuando el inglés partió a Perú, en diciembre el corsario fue liberado pero los barcos estaban desmantelados y comenzó otra historia. El armador lamentaba la pérdida del botín, pero se conformaba con los dos barcos principales y presas, porque el corso era un negocio a compartir con el Estado, pero el riesgo del mismo, puesto en manos de un tercero, el corsario, sólo podía asumirlo un patriota que encontraba una forma de aportar a la lucha por la independencia. Y el riesgo se concretó. Bouchard, por su cuenta, cedió a San Martín la fragata y la corbeta para transporte de tropas, pertrechos y ganado al Perú. El Libertador lo premió con el mando de la flota peruana, donde continuó y al retiro explotaba una finca donde fue muerto por sus esclavos. El armador no hubiera negado el uso de los barcos a San Martín, pero quedó sin barcos y sin gloria, pero como verdadero patriota. Fue el doctor Vicente Anastasio Echevarría, nacido en la Capilla del Rosario en 1768 un 22 de enero.