A quienes realizaron denuncias por la celebración de las comuniones del Colegio La Salle, sin tener el mínimo conocimiento de los protocolos que son en medidas extremadamente estrictas, desconociendo el inmenso patio a cielo abierto donde se realizaría, ni la cantidad de participación que es sólo de 30 niños con su padre y madre en el mejor de los casos, y sobre todo la dimensión del daño que podrían llegar a hacerles a nuestros hijos ya que la emoción que tienen por recibir a nuestro Señor Jesucristo es inmensurable, llena de amor y alegría, sabiendo que el amor por sus compañeros no se puede trasmitir con besos y abrazos, tampoco las hermosas fotos grupales para el recuerdo, todo eso quedará para más adelante ahora no se puede y lo tienen más que claro. A ese gente que no sabe o no entiende todo esto, les deseamos que logren en algún momento llenarse de Dios, calmar sus miedos y abandonar el odio sistemático sin sentido ni razón. Somos una comunidad muy unida, amamos y cuidamos a nuestros hijos, inculcamos ese amor y respeto absoluto por el prójimo y por lo tanto el cuidarse a sí mismos y cuidarse entre todos, sin miedo pero con las herramientas necesarias para sobrepasar este angustioso momento que transita toda la humanidad. Cuidando la mínima normalidad que se pueda brindar. Ojalá recapaciten en su accionar, es nuestro afectuoso deseo.