
Jueves 25 de Febrero de 2021
Tal parece que adelantarse uno en la cola no es delito. Cuanto más lo llamarían ¿infracción? Para ello podemos detenernos a revisar quienes integran la cola de vacunación Covid-19, a la cual tantos (quizás nunca sabremos cuántos) se han adelantado un lugar o vaya a saber cuántos lugares. En tren de analizar sin equivocaciones es bueno repasar quienes integran la “cola de espera” a la cual se les adelantaron y no es delito. ¿Acaso somos los mayores de 70 años, encerrados en nuestras viviendas hace un año, privados de la libertad en pos de evitar mayor contagio en pandemia, o los profesionales y ayudantes de la salud que aún restan vacunar, o maestros al frente de las aulas? No. Sin riesgo a equivocarme, todos los mencionados estamos después de las personas mayores que habitan los geriátricos, porque a ellos lo único que les resta es esperar que el final de sus días suceda en forma natural y no por causa de un virus maldito. Quienes quitaron “un lugar en la cola”, les quitaron eso. ¿No es delito? Pues habrá que revisar muy bien las leyes. O quizás repasar algunos criterios. Porque se dice que van a hacerle juicio a quienes calumniaron y mintieron sobre los que se vacunaron. En lo personal no perdería tiempo ni dinero. A nuestro pueblo ya no se lo engaña tan fácilmente. Sí, le haría juicio a quienes privaron a esas personas en los geriátricos, cuyo lugar en la cola plagada de dolor y de tristeza sin igual, les fue arrancado con total impunidad. Sepan disculpar, de todas las cosas que he escrito, este motivo fue el que causó mayor congoja.
Edith Michelotti