La carta del señor Sosa del pasado viernes hace referencia a Francisco, el niño que nació en Santa Fe gracias a la intervención de la psicóloga María Belén Catalano, que en un gesto heroico y una orientación profesional impecable, consiguió salvar la vida de ese bebé que iba a ser abortado y también preservar la salud de la madre que sufriría inexorablemente las consecuencias de esa práctica cruenta. Quisiera entonces volver a destacar su gesto valiente y a su vez denunciar el ensañamiento de las autoridades del Hospital Iturraspe de Santa Fe, en querer llevar adelante "a toda costa" el aborto, sin tener en cuenta la vida gestante ni la salud de la madre. Y también denunciar la decepcionante y traidora actitud del Colegio de Psicólogos de Santa Fe queriendo sancionar a la doctora Catalano; pero gracias a Dios la intervención de la justicia dejó sin efecto esta medida y advirtió sobre la difusión de estos hechos. Lamentablemente también acá en Rosario, en los hospitales públicos, hay un acoso organizado e impulsivo sobre las consultas de jóvenes embarazadas con el único objetivo de llevarlas a abortar, incluso con engaños y desinformación como en Santa Fe que le decían a la madre que iban a "interrumpir el embarazo" y ella sin saber que significaba esto les preguntaba: ¿pero el bebé va a estar bien, no? Comprendo la situación difícil por las que pasan las jóvenes en esas circunstancias, pero el aborto no es la solución. La solución es acompañar a las madres en la decisión correcta y pensar en la vida y la salud de las dos personas en cuestión. Rosario te quiero "provida".
