"En pocos días seguro lo vamos a saber, y es muy probable que sea del barrio", dijo ayer el titular de la agencia de lotería ubicada en Lavalle al 300 de Cañada de Gómez, César Mari, tras enterarse de que el negocio de tipo familiar (del cual es el titular hace apenas un año) posibilitó que un apostador (cuya identidad por el momento se desconoce) se hiciera acreedor de 6.272.578,07 pesos.
Se trata del concurso Nº 672 de Brinco, correspondiente al pasado domingo, cuyos números favorecidos fueron 33-36-00-11-17-39. César también está feliz porque acaba de convertirse en el ganador del uno por ciento de la cifra total, un monto que "la agencia jamás logró percibir en una sola jugada".
En efecto, en los 23 años de actividad la empresa fundada por su padre Enrique, alias Pajarito, posibilitó otros ganadores (dos veces segundos premios del Quini 6 −alrededor de 30 mil pesos cada uno− y una vez otro segundo premio de un Telequino −unos 3.000 pesos−), pero jamás un premio de la envergadura como el que se acaba de anunciar.
Tanto César como Enrique no tienen ni idea de quien puede ser el afortunado ganador, pero estiman que en pocos días se va a saber.
Muchos son del barrio. "El 90 por ciento de los apostadores son personas del barrio, por lo general familia de clase media, trabajadora, aunque tenemos algunos clientes de otros barrios, pero no son muchos", dijeron.
"Existe mucha confianza con los clientes, a veces ellos efectúan las apuestas por teléfono y ni siquiera vienen hasta el comercio. Incluso las hacen estando de vacaciones", añadieron en diálogo con LaCapital.
Padre e hijo estimaron que el cobrador percibirá el monto en Rosario, debido a que ni siquiera tiene la obligación de ir a la agencia, y opinaron que "como se trata de mucho dinero, el ganador hará inversiones, y eso se termina sabiendo. Tendrá otra vida luego de esto", dijeron.
"Lo importante es la satisfacción de los clientes. A muchos que bromeaban diciendo «qué acá no se dan premios», les tapamos la boca. Ahora creemos que tendremos más apostadores", añadieron.
Para dar una idea de la repercusión que generó la información, Enrique contó que ayer mismo en horas de la mañana se acercó una persona, quien luego de presentarse dejó una tarjeta con su nombre personal.
"Si saben quien es el ganador que me vea para comprar campos, para ustedes también hay beneficios si me llama", fue el mensaje que dejó antes de irse.