Bolivia, entre la democracia y la dictadura
Geopolítica. No se trata de la permanencia de Evo Morales en el poder, sino de los negocios en torno al litio, el gas, los minerales y el petróleo. La influencia de EEUU.

Miércoles 20 de Noviembre de 2019

Todo está pasando tan rápido, que no hay tiempo de procesar el por qué y el cómo se fueron dando los acontecimientos, y qué llevo a triunfar el golpe de estado realizado contra Evo Morales por parte de militares, policías, poder empresario, y obvio, la invisible mano de la CIA.

Cuesta procesarlo pues durante los últimos casi 14 años del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), se vivió en Bolivia en plena armonía, en plena paz, con crecimiento y desarrollo y nuevos derechos para el pueblo boliviano para dignificarse como personas y ciudadanos. Es cierto que las fuerzas de la reacción se alzaron y generaron hechos también graves allá por el año 2008 en lo que se conoció como el conflicto de la media luna, cuando la Bolivia blanca y rica intentó escindirse del resto del país, levantamiento controlado y posteriormente enterrado con sendas elecciones en 2010 y 2015 en las que Evo Morales gano por mas del 60 por ciento de votos.

Cuesta creer lo que está pasando cuando era habitual escuchar a mandos militares proclamando su respeto a la democracia y a la figura de su presidente Evo Morales, y hoy verlos disparar balas de plomo con fusiles de guerra contra la población civil desarmada o solo armada con la bandera whipala. No se puede creer que los mismos oficiales que eran los encargados de distribuir los bonos sociales a niños /as en edad escolar , decisión asumida por Evo Morales para integrar al ejército con la sociedad, hoy reclamen a la presidenta autoimpuesta un decreto que los exoneren de responsabilidad penal por las muertes que están provocando en la sociedad civil.

Los acontecimientos en Bolivia hoy hacen que estemos atentos a terminar con la matanza que se está llevando adelante, con la persecución y la violación a los derechos humanos que comete el gobierno golpista de Añez, quien entró al Palacio del Quemado con una biblia en la mano y sacó la bandera Whipala para quemarla, como 500 años antes había hecho el conquistador Francisco Pizarro por esas mismas tierras.

Pasando el análisis político y sus perspectivas futuras, es necesario trabajar para que organismos internacionales como la ONU y la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) rápidamente envíen sus representantes, no solo para parar la violencia sino también para buscar una salida negociada para una rápida institucionalización y que los usurpadores no se queden en los cargos del Ejecutivo nacional llevando adelante más arbitrariedades y desquicio.

Evo Morales, desde México, se propone volver como prenda de paz y buscar una salida. El poder que esta detrás del golpe le tiene miedo, sabe que el pueblo indígena, 60 por ciento de la población, quiere a EVO, lo defiende, y volver atrás significaría no solo la derrota del golpe, sino buscar a los responsable de tantas muertes.

Mucho depende de lo que se habla en secreto sobre la posibilidad de una división dentro de las Fuerzas Armadas, de suceder eso los tiempos podrían acelerarse y lo que es habitual dentro de como se resuelven los conflictos en Bolivia, suelen ser largos y con final imprevisible, empiecen a resolverse, deberá ser con llamado a urgentes elecciones y hoy hasta el propio Evo Morales se abstiene de participar para evitar demoras en las discusiones y una rápida institucionalización.

En definitiva llegamos a esta realidad pues en Bolivia a los sectores de la reacción no solo les preocupa el tiempo de permanencia de un presidente en el cargo, les preocupa quienes hacen negocios con el litio, el gas, los minerales, o el petróleo. Si el pueblo boliviano o ellos.

Esto también sucede pues el Departamento de Estado de EEUU, que sigue queriendo fijar las geopolíticas para la región, entiende que Evo es un mal ejemplo para sus intereses, mucho más en un momento en el que la Argentina ganó la presidencia en elecciones recientes Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Lula recupera su libertad, y la ebullición social en muchos otros países de la región contra las políticas neoliberales va en aumento.

Una ley ancestral de los pueblos aymaras llevada a la constitución plurinacional dice "ama qhilla, ama llulla, ama suwa" (no seas flojo, no seas mentiroso, ni seas ladrón), algo que Evo Morales cumplió al pie de la letra y que seguramente en poco tiempo, más temprano que tarde, posibilitará que vuelva vencedor a Bolivia.