El comisario de Villa Gesell, Sergio Urrutia, fue apartado de su cargo tras los serios incidentes ocurridos en la madrugada del domingo 1º de enero en Villa Gesell durante los festejos de Año Nuevo y luego de que varios asistentes denunciaran "abuso policial", mientras las autoridades comunales minimizaron el hecho al limitar la responsabilidad a "unas veinte personas".
Fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron que la división de Asuntos Internos dispuso el pase a disponibilidad del comisario Sergio Hernán Urrutia tras los incidentes mientras se determinan las responsabilidades en la causa judicial.
Estefanía Pisano, residente de 23 años de Villa Gesell, aseguró que denunciará a los uniformados y las autoridades municipales por lesiones, abuso de autoridad y apremios ilegales ya que, según afirmó, dos o tres policías la arrojaron de cabeza a la arena y la sujetaron violentamente cuando reclamaba que soltaran a uno de los amigos con los que había ido a la celebración.
"Me tenían en el piso, neutralizada con una rodilla en la espalda y sujetándome ambas manos, para que no pudiera defenderme", aseguró Pisano, quien anunció que llevará como prueba ante los tribunales un certificado médico, varias fotos y videos en los que se puede ver cómo los efectivos la reducen agresivamente.
Como resultado del enfrentamiento ocurrido en el cruce de las avenidas Costanera y Buenos Aires hubo quince detenidos, heridos leves y destrozos de autos y viviendas que se encontraban en la zona, producto de piedrazos y botellazos que arrojaron los jóvenes.
El intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, aseguró que pese a la concurrencia de "alrededor de 10.000 personas" de todas las edades no hubo inconvenientes entre los jóvenes y la policía sino hasta cerca de las 6 de la mañana, cuando se desató la trifulca entre los efectivos y "unas 200 personas que empezaron a arrojarse botellas entre ellos".
"Por culpa de veinte o treinta personas se empaña todo lo lindo que fue la fiesta", expresó Barrera, quien admitió que la municipalidad sabía del evento y que existía un operativo de prevención con la presencia de unos 35 efectivos de la Policía, pero que "no contaba con habilitación municipal" ya que "las familias acudieron a la costa a celebrar de manera espontánea".
Respecto del accionar de la policía, Barrera destacó que es un tema que "se está investigando" y que espera que el labrado de las actas de las detenciones que se hicieron "permitan que la Justicia llegue al fondo de lo que pasó" al tiempo que están "en contacto con el ministerio de Seguridad de la provincia para saber quién reemplazará al comisario".
Por su parte Juan Manuel Cadena, secretario de Seguridad de Villa Gesell, explicó que este tipo de eventos se suceden desde hace varios años "en un marco de tranquilidad" y que había un operativo montado con la presencia de efectivos "ubicados en las esquinas y ubicaciones principales del lugar" para prevenir desmanes "desde tempranas horas y durante toda la noche".
Sin embargo, según fue avanzando la noche, la situación "fue tomando otro tono" ya que "dentro de los vehículos había alcohol y droga, algo que era difícil de prevenir en ese tipo de situación", expresó el funcionario.
Cadena reconoció que "el operativo de seguridad fue superado" luego de que "un grupo de treinta o cuarenta personas, amigos de dos chicos que estaban peleando, empezaron a arrojar botellas", lo que obligó a los policías a recurrir al apoyo de la Policía Antimotines de Gesell, que disparó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los jóvenes conflictivos.
Según declararon residentes de la ciudad balnearia, al momento de realizarse la fiesta "había policías, pero no alcanzaban para controlar la gran concurrencia", y aseguraron que "hubo destrozos en los vehículos que estaban estacionados en la zona de La Rambla" y que "no había ambulancias" para socorrer a los jóvenes.
"Hace unos 10 años que los chicos de los barrios de Gesell se instalan con sus autos y sus parlantes en distintos puntos de la rambla. Se llegan a juntar unas 4.000 personas, pero es algo completamente espontáneo, no hay intervención alguna de los balnearios", dijo Claudio Marquino, uno de los responsables del parador "El Náutico", frente al que ocurrieron los incidentes.
"No hay negocio para los balnearios. Nosotros tenemos que pagar seguridad para evitar que chicos borrachos ingresen al parador", aseguró Marquino, quien sin embargo resaltó: "Esta es la primera vez que hay problemas con la policía".
Entre los adolescentes detenidos "había «pungas» y otros con antecedentes penales que habrían aprovechado la situación para arrebatar carteras y bolsas de quienes participaban de los festejos, indicó por su parte la prensa local.