Alvear.— Un nuevo hecho se suma al ya enrarecido clima en esta localidad.
Una bomba incendiaria destruyó ayer casi totalmente una habitación de la casa de Alejandra
Leguizamón, una de las mujeres que encabeza por estos días una serie de reclamos de subsidios
incumplidos a las autoridades comunales electas. El atentado se produjo alrededor de las 2.30, y
quemó los muebles y la habitación donde dormía una hija de Leguizamón, de 12 años.—
En el marco de un clima político enrarecido por los reclamos de un grupo de
vecinos y la proximidad de la asunción de las nuevas autoridades comunales, la policía reforzó su
presencia en las calles del pueblo.—
Por su parte, el futuro tesorero comunal, José Careaga, afirmó a La Capital que
el incidente "seguramente es obra de un trasnochado que nada tiene que ver con la política".
Después, la comisión comunal electa emitió un comunicado donde repudia este acto, y dispara:
"Quieren desestabilizarnos para que no podamos gobernar" (ver aparte).
En el medio de todo esto, el presidente comunal saliente convocó ayer a un acto
y, a dos días de dejar el gobierno, entregó 60 lotes a familias.
Reclamo. "Me quieren callar porque estamos reclamando lo justo", sostuvo
Alejandra Leguizamón, sentada en la cama donde horas antes un vecino debió sacar a su hija "para
que no muriera quemada". La mujer es una de las líderes de una serie de reclamos a las autoridades
comunales electas, que en los últimos 15 días se tradujeron en sendos piquetes en el frente del
edificio comunal y en la ruta 21.—
"Nos quieren parar de cualquier forma y hasta casi matan a una inocente, pero
seguiremos denunciando que el nuevo presidente comunal, Carlos Pighín, nos compró los votos con
subsidios que nunca más nos entregó", denunció Jaquelina Rodríguez, vecina de Leguizamón, e
integrante del grupo reclamante.—
"Como a las 2.30 me levanté a tomar agua y me llamó la atención una luz que
venía de la habitación de la nena. Cuando me asomé, el fuego ya había tomado el ropero y la mesa de
luz. Empecé a gritar y uno de los vecinos sacó a la nena, y sufrió un principio de asfixia por lo
que tuvieron que trasladarlo al hospital", contó la mujer.—
Entre restos de maderas apiladas en el exterior de la casa de Buenos Aires al
2400, en el extremo sur del pueblo, peritos de bomberos de la Unidad Regional II trataban de
establecer la secuencia del siniestro.—
Según Leguizamón, un minutos antes de acostarse a dormir pudo ver el paso de una
pick up Ford roja, que volvió a ver estacionada cerca de la esquina de su casa después del
atentado.—
"La semana pasada, cuando cortamos la ruta 21 para reclamar, a la noche nos
tirotearon la casa, a mí, a Jaquelina y a otra mujer que está en nuestro grupo", denunció.—
En ese sentido, vecinos de Leguizamón aseguraron que los disparos
—efectuados al aire— provinieron desde un Renault 12, donde "iban tres tipos".—
"Ya hicimos la denuncia policial y queremos que esto se investigue para que
aparezcan los culpables", sostuvo Leguizamón, que vive junto a otros dos hijos de 14 y 16
años.—
Clima enrarecido. En tanto, en medio de un clima político cada vez más
enrarecido, la policía reforzó su presencia en las calles. Ayer, un móvil de la Guardia de
Infantería de Rosario con cuatro efectivos montaba guardia frente al edificio comunal.—
Mañana por la tarde, en ese mismo lugar, deberán asumir las autoridades electas
encabezadas por Carlos Pighín. "Vamos a ir a la asunción", advirtieron desde el grupo de
Leguizamón, quien la semana pasada había amenazado con "no dejar asumir a esta gente".
"Quieren debilitarnos"