Con precios disímiles según la zona, con distintas demandas y también con
diferentes perfiles de visitantes, las casas quinta del Gran Rosario se preparan para recibir a los
turistas que, por la crisis o por no poder ausentarse, cambian el mar o las montañas por la pampa,
el verde conocido y el río marrón.
Funes y Roldán en el oeste, Ibarlucea, Timbúes y algunos parajes del cordón en
el norte, así como Pueblo Esther y Arroyo Seco al sur, ya comenzaron desde fines de noviembre a
cerrar operaciones, y esperan completarlas a lo largo de este mes.
Los precios se incrementaron entre un 15 y un 20 por ciento respecto del año
pasado. La demanda hasta el momento es ligeramente menor, pero también es menor en algunos lugares
la cantidad de unidades que se ofrecen, porque los dueños deciden usarlas en vez de ponerlas en
alquiler.
A la hora de hacer números las cifras no son piadosas. En Funes, al oeste de
Rosario, el arco de costo de los alquileres mensuales oscila entre los 3.500 y los 13 mil pesos. En
rigor, "hay una sola casa de 13 mil, las otras se estancan en unos 4 mil pesos el mes", marcó
Cristina Pozzobon, titular de una tradicional inmobiliaria de la zona.
"Este año los precios aumentaron entre un 15 y un 20 por ciento. Los nuevos
importes los sacamos a partir del aumento inflacionario y la rentabilidad esperada", dijo la
administradora inmobiliaria.
En Funes, la disponibilidad de las viviendas trastoca el equilibrio de mercado.
Se pone una tarifa y las inmobiliarias y los particulares van por sobre ese número. En otros
lugares, ante la falta de unidades, el mercado se regula definitivamente por oferta y demanda.
Una casa con quincho, pileta, dos dormitorios y comodín, apta para seis
personas, ronda los 4.500 pesos al mes. Si es por quincena el precio será de unos 2.500, pero
siempre se puede negociar. Una casa con buen parque y tres dormitorios, con una buena construcción
y una arquitectura "acorde" está cercana a los 6 mil pesos.
"Hay gente que alquila la temporada de verano completa, de diciembre a marzo, en
este caso se multiplica el costo por los meses, no hay precio especial", aclaró calculadora en mano
Pozzobon, y deslizó que "las comisiones y los gastos son los habituales".
Perfil del turista. El perfil de los turistas que paran en el Jardín de la
Provincia, como el de los que van a Roldán, sigue siendo el mismo: son en general familias con
chicos pequeños, familias numerosas para las cuales salir es un duro golpe al bolsillo y
matrimonios que juntan hijos y nietos alrededor de la pileta. "Hay de todo, y gente que está
enamorada del lugar" dicen en la inmobiliaria.
En lo que hace a la crisis o la incertidumbre que alumbra el 2009, Pozzobon
tiene un panorama muy claro. "Hasta noviembre el trabajo fue tranquilo. Pero el 20 comenzaron a
cerrarse operaciones, este año hubo un 20 por ciento menos de propiedades en alquiler,
evidentemente la gente no se va de vacaciones y muchos se quedan en su casa de fin de semana",
acotó la empresaria.
La opción del río. Los que elijen Funes prefieren mirar lejos y escuchar los
sonidos del campo. Pero están los otros, aquellos a los que les gusta el aroma y la vista que
ofrece el río. Esos van a La Ribera, Timbúes, Pueblo Esther o Arroyo Seco.
Donde el cauce del Paraná se pobló de puertos, el extenso cordón de Baigorria a
San Lorenzo, no hay demasiadas viviendas en alquiler. Y un río tiene su costo: una casa quinta de
comodidades promedio (dos dormitorios, quincho, pileta) a tres cuadras del río Carcarañá se ofrece
a 1.550 pesos la semana. En la Ribera una vivienda importante, con piscina climatizada y 10 mil
metros de parque se alquila a 400 pesos el día.
En un country con bajada al río, los meses de enero y febrero tienen precios
distintos. "La primera quincena de enero a 3 mil pesos, la segunda, a 4 mil. Una "casita" de un
dormitorio y 30 metros de terreno, con pileta, cuesta 3 mil al mes en Andino. Para otro tipo de
viviendas, del tipo premium, los precios son de 1.800 dólares el mes, pero son las menos.
La demanda en la zona norte de Rosario es mucha y las viviendas faltan. Según
Ricardo Canut, de San Lorenzo, los precios "no son los del mercado". Dice que las empresas, en su
mayoría cerealeras o de montaje industrial, alquilan por contrato bianual y a un precio cercano a
los 2.500 pesos. "Esto hace que falten unidades, ya hay mucho de permanente y varios construyeron
sus viviendas para vivir, en el verano es el mejor momento", afirmó Canut, y destacó que "pedidos
hay muchos". Como contrapartida, una casa en Ibarlucea, en pleno campo, anda por los 800 pesos la
semana.
Al sur. En tanto, en la zona sur del gran Rosario localidades como Alvear,
Pueblo Esther, Arroyo Seco y General Lagos también hay ofertas de propiedades en alquiler por
temporada. Rafael Graziani, avezado empresario de la zona que para esta temporada montó un shopping
en Parque Vernaza (Pueblo Esther), sostiene que “hay mucha demanda y sobre todo porque los
precios aún no se acomodan”.
En Pueblo Esther es donde todavía hay mayor número de propiedades
disponibles. Una casa de fin de semana, sobre el río, va de los 2.500 a los 4 mil pesos mensuales.
“Sobre el río hay muy pocas casas y las pocas se cotizan”. dijo Graziani.
La zona más desarrollada es el tradicional Parque Vernazza. “Pero
hay otra zona, el country 16, que se está poblando, y también se desarrolla la zona de
Oroño”. expresó.
“Está el que viene todos los años y el que tiene que seguir
trabajando”, dijo Graziani, y analizó el negocio inmobiliario: “Hay gente que alquila
todo el año, muchos de empresas. Una casa mediana está en los 1.500 o 1.700 pesos. Es más, es una
buena inversión. Se compra o construye por menos que en Rosario y a la hora de alquilar rinde lo
mismo para el propietario”, concluyó.
Del norte al sur y en la tradicional zona oeste del gran Rosario las
casa de fin de semana son una alternativa para los rosarinos que, por decisión o por oportunidad,
deciden no alejarse más de 50 kilómetros de a ciudad. Hay de todo pero en algunos lugares, aún es
escaso.