La negativa del gobierno nacional de homologar el acuerdo entre los aceiteros y las patronales del sector profundizó la medida de fuerza que el gremio viene llevando a nivel nacional. Ayer, una multitudinaria asamblea de trabajadores resolvió acentuar las acciones gremiales y, tal como ocurrió la semana pasada, al cierre de esta edición ya marchaban a instalar piquetes en San Lorenzo, donde gremio no está afiliado a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, y por tanto no viene haciendo medidas de fuerza.
Mientras tanto, se estima que entre 80 y 100 buques permanecen parados en distintos puntos de las vías de navegación, con un costo de 25 mil dólares por día y por barco.
En medio del conflicto, que lleva 21 días, se espera el resultado de una reunión que tendrá lugar hoy en el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde nuevamente gremios, patronales y gobierno se vuelvan a ver las caras. Reunión cuyos paritarios estaban presentes anoche en la asamblea desarrollada frente a las instalaciones de la planta de Santa Clara, en la zona suroeste de Rosario.
Reclamo y convenio. Los aceiteros venían reclamando un 43 por ciento de incremento en sus haberes, mientras que las empresas y cámaras del sector se hacían eco del 27 por ciento que acordaron otros gremios, mientras el gobierno llama a la "razonabilidad" y que no se llegue a convenios por más del 30 por ciento.
Finalmente, llegaron a un entendimiento por el 36 por ciento, que fue aprobado por la asamblea de anoche. Pero este convenio se cayó porque el gobierno nacional no lo ratificó. En diálogo con La Capital, el secretario general de la federación afirmó que "el conflicto sigue por tiempo indeterminado,. En estos momentos, las acciones están focalizadas en todo el país menos en el cordón industrial del norte del Gran Rosario, donde los aceiteros no están adheridos a la federación", explicó.
El dirigente afirmó que el ánimo entre los trabajadores "está muy alto, la gente está incentivada, concientizada de lo que quiere. Llegamos hasta acá porque los mismos compañeros nos llevaron, el pulso de ellos es el que más nos apuntaló. No hubiésemos llegado a este 36 por ciento de no haber sido por este apuntalamiento". De hecho, en la asamblea de ayer, los trabajadores ratificaron los mandatos otorgados a las comisiones.
Yofra señaló que el conflicto alcanza a unas 40 empresas instaladas en el país y compromete a unos 40 mil trabajadores. Y que según algunos cálculos extraoficiales, hay entre 80 y 100 buques parados en el río. "Creo que especularon con la solución del conflicto, pero esto no fue así y están teniendo pérdidas que rondan los 25 mil dólares por barco por cada día que están sin actividad", dijo, dando cuenta de las pérdidas millonarias que genera un conflicto que tiende a agravarse: la asamblea aprobó marchar a San Lorenzo e instalar los piquetes, algo que comenzaron hacer al cierre de esta edición, aunque sin revelar los puntos específicos.
De todos modos, el dirigente ya viene sosteniendo que las empresas pueden asumir el incremento acordado. "Las aceiteras tienen un costo laboral que va del 0,5 al 1,8 por ciento. Cargill facturó 26 mil millones de pesos en 2013; Dreyfus, 19 mil millones, y Molinos Río de la Plata, 21 mil millones. El aumento que pedimos llegará a 1.500 millones de pesos, mientras que las empresas van a facturar 250 mil millones este año. Las empresas pueden pagar lo que pedimos y mucho más también", espetó el dirigente.
Sin aval. El acuerdo alcanzado el viernes por los aceiteros elevaba el salario inicial a 14.390 pesos. Pero el Ministerio de Trabajo no dio el aval, ya que la cifre supera con creces a la pauta del 27 por ciento que fijó el Ministerio de de Economía junto a la UOM, la Uocra y Comercio.
"Fuimos acusados de intransigentes durante la negociación, pero está demostrado que la irresponsabilidad está del lado de la patronal y del Estado", manifestó el sindicato a través de un comunicado. Para la federación, el gobierno y las patronales actúan en "complicidad", y habló del gremio como una organización que "pelea por sus trabajadores y sus derechos, y que no está alineada detrás de ningún partido político", en relación a las entidades sindicales más afines al gobierno.
En la asamblea de anoche, Yofra fue duro con los gremios que acordaron el aumento del 27 por ciento, posición que no comparte "para nada", los acusó de "estar dispuestos a perder salario" y de ser "cómplices de los partidos y las políticas del gobierno, que quiere controlar las paritarias fijando un techo. El gobierno tiene un doble discurso. No es que no homologa el convenio; es peor, directamente lo niega", dijo ayer en un encendido discurso frente a un millar de trabajadores que representaban a todo el país: había delegaciones de Reconquista, San Luis, Tancacha (Córdoba); Bahía Blanca, Baradero, Entre Ríos, General Cabrera, entre otros destinos.
Es que durante la asamblea de ayer hubo numerosas adhesiones de organizaciones, como docentes, mecánicos, entidades de derechos humanos, grupos partidarios. En la calle, la fila de colectivos estacionados se extendía por varias cuadras sobre avenida Uriburu, y los asambleístas vestían en general sus ropas de trabajo. El clima era de satisfacción por los resultados de la negociación con las patronales.
El primer orador de ayer fue el secretario de Prensa de la federación, Walter Nardi, y luego le tocó el turno a Yofra, quien fustigó a los gremios oficialistas y al gobierno.
La asamblea, que aprobó el convenio, ratificó a los dirigentes al frente de la negociación y votó en favor de marchar hacia San Lorenzo, se desarrolló en forma pacífica. La gente solamente interrumpió los discursos para dirigirse con insultos al dirigentes aceitero sanlorencino Pablo Reguera, cuyo gremio tiene 3 mil afiliados y no adhiere a la medida de fuerza nacional.