Rabia, reclamo e indignación colectiva. Todo eso hecho marcha y feria, con el foco puesto en "La Justicia patriarcal y misógina”. Este viernes 3 de junio como cada 3J desde 2015, las plazas y calles de todo el país serán una marea feminista y del movimiento de mujeres, lesbianas, bisexuales, trans y travestis, indígenas, originarias y afro que vuelven a gritar "¡Ni unx menos, vixs nos queremos!".
Rosario en esta séptima edición también estará presente y, por ordenanza N° 61.844/22 habrá colectivos gratis, de 15 a 22, para no faltar a la cita.
Desde el Comité Feminista remarcaron que la concentración comenzará a las 16, en la plaza San Martín (Córdoba y Dorrego). Y a partir de las 17 se marchará por las calles del centro (San Lorenzo, Laprida y Córdoba) hacia el Parque a la Bandera.
Junto al río habrá 60 feriantes, desde las 16 a las 21, y un menú cultural variado de música e intervenciones artísticas.
Actuarán la banda "Lo que dijo la niña" y los grupos "Storninas" y "anudadas" y leerán poesías Silvia Delicia y Lala Brillos. Todo estará conducido por la periodista Loreley Flores y la actriz Gandhari. No se descarta un cierre a toda música tras una nueva marea feminista.
Los hashtag de la jornada son #NiUneMenos, #Vivesylibresnosqueremos, #ReformaJudicialFeminista y #¿DóndeestáTehuel? y se dice "basta" contra las distintas violencias: simbólica, mediática, obstétrica, política, física, sexual, psicológica, laboral, económica, en la casa y en la calle, en el trabajo y en la pareja.
Evaluación tras siete años
Se cumplieron siete años de aquella primera marcha que tuvo su origen días después del femicidio de Chiara Páez, quien tenía 14 años, estaba embarazada y vivía en Rufino, Santa Fe, cuando su novio, Manuel Mansilla, la mató a golpes y la enterró en el patio de la casa.
Aquel femicidio dejó un lamentablemente patrón como antecedente si se tiene en cuenta que en abril pasado la maratonista Nora Escobar, de 43 años y residente en la también localidad santafesina de Granadero Baigorria, fue asesinada y enterrada bajo una losa de cemento por su pareja, Gregorio Ramón Britez, de 52 años.
Tras el femicidio de Chiara la periodistas, escritoras, artistas y activistas se habían concentrado frente al Congreso de la Nación y desbordaron todas las calles de esta ciudad y de las ciudades de todas las provincias del país. Y desde ese año se comenzó a tomar conciencia de las posibilidades de construcción política del movimiento feminista, que incluyó pañuelazos, actos, estadísticas y la lucha por la ley 27.610 de acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que obliga desde 2020 a brindar cobertura integral y gratuita. Eso síi, la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas sigue siendo una deuda.
La Capital le preguntó a Majo Poncino, militante del Movimiento Evita qué evaluación hace de estos años de organización y movilización y ella resaltó dos aspectos: "conciencia y visibilización de las violencias".
Para Poncino, el Estado sigue "llegando tarde", si la Argentina registra un asesinato cada 28 horas (desde el 1 de enero al 30 de abril sucedieron 104 femicidios, 4 transfemicidios y travesticidios).
"Hay ministerios, hay leyes, hay presupuestos, pero crecen las emergencias sociales y sanitarias que vulneralizan aún más nuestras vidas. Del 'paren de matarnos' al 'vivas, libres y desendeudadas nos queremos' sumamos 'cuidadas'. Porque entendemos que quienes tienen que cuidarnos no lo hacen. El poder judicial para este 3j es central. El camino de la justicia es largo, burocrático y trabado cuando se trata de denunciar situaciones de violencias y generar medidas de seguridad", remarcó Poncino.
La militante feminista reiteró que "a 7 años, hay que implementar la #leymicaela,hay que lograr leyes y regulaciones exijan la distribución equitativa de las responsabilidades de crianza porque el tiempo libre también es un capital para desarrollarse y necesitamos saber dónde está Tehuel además de exigir Justicia por el femicidio de Chiara y de Nora porque ya no se trata ya de una historia individual. En ellas resurgen todas aquellas víctimas de las violencias que no han podido gritar justicia a causa del propio sistema judicial".