Hasta aquí el mercado de pases no alteró demasiado el pensamiento originario del Kily González respecto a la conformación del plantel con el que tiene pensado encarar el torneo cuando el fútbol argentino retome su ritmo habitual. El técnico es consciente de las bajas que se produjeron y las caras nuevas que llegaron y, lo más importante, considera que con lo que tiene hoy a mano puede tranquilamente afrontar las pocas fechas del certamen que ya fue aprobado en la Liga Profesional de fútbol. Fue lo que quedó de la reunión que mantuvieron ayer los principales directivos (el presidente Rodolfo Di Pollina y el vice primero Ricardo Carloni) con el cuerpo técnico en el predio de Arroyo Seco. En principio, para que Central sume algún otro refuerzo debería producirse primero otra venta. Posibilidades hay (más allá del caso de Emmanuel Ojeda), pero nadie en Arroyito pretende adelantarse a los hechos.
Del puesto que más se habló frente a la necesidad de reforzar fue del delantero de área, donde el equipo quedó huérfano tras la decisión que tomó Marco Ruben más las partidas de Sebastián Ribas y Claudio Riaño, pero hasta aquí no hubo novedades y, a priori, difícilmente las haya.
Lo que tendría que ocurrir para que Central incorpore un centrodelantero es que aparezca un jugador de relativa jerarquía y que se ajuste al presupuesto que maneja hoy el club. “Si algo de eso sucede y se está frente a un escenario en el que consideremos que es necesario hacer un esfuerzo desde lo económico, se analizará el tema”, le confió a Ovación una fuente allegada al cuerpo técnico.
De todo eso y de muchas cosas más fue de lo que charlaron este miércoles al mediodía, después de la jornada de entrenamiento, Di Pollina, Carloni y los integrantes del cuerpo técnico. Si bien no se conocieron detalles finos de la charla lo que trascendió fue que el Kily está conforme con lo que tiene. Considera que cuenta con el material suficiente como para llevar adelante el proyecto que tiene en mente desde que asumió.
Se verá si ese proyecto contempla de arranque la inclusión de algunos juveniles de las divisiones inferiores porque, si quisiera, el DT tiene para formar un equipo con jugadores ya experimentados.
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El Kily confía plenamente en el proyecto que tiene en mente.
Celina Muti Lovera / La Capital
Por obvias razones, donde más se sienten las ausencias es en la ofensiva, ya que quedó un hueco importante. Hoy el 9 sería Lucas Gamba y de ahí para abajo sólo hay chicos que todavía no tienen minutos en la máxima categoría, como son los casos de Ignacio Russo y Luca Martínez Dupuy.
El formato del nuevo torneo siempre se puso como parámetro frente a las necesidades de incorporar a alguien en esa posición, pero tal como esta armada, la competencia se afrontaría con los futbolistas que hoy están practicando junto al Kily en Arroyo Seco. Además, ya en enero está la chance de que el técnico pueda contar con Fernando Zampedri, en caso de que Universidad Católica de Chile no haga uso de la opción de compra, que está fijada en dos millones de dólares.
Sólo si Central se desprende de algún otro futbolista se saldría nuevamente al mercado. Y teniendo en cuenta la situación económica del club, las líneas siguen abiertas para cualquier club que demuestre algún tipo de interés. Es más, hay quienes especulan que habría una posición en particular en la que podría abrirse una nueva vacante, pero para que ello ocurra será condición sine qua non la aparición de una oferta formal y, sobre todo, seductora. En caso contrario, no se activará ningún plan alternativo, que podría ser buscar afuera o hurgar adentro.
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Hasta acá el Kily perdió a Marco Ruben, Jeremías Ledesma, Joaquín Pereyra, Ciro Rius, Sebastián Ribas y Claudio Riaño e incorporó a Emiliano Vecchio, Jonathan Botinelli y Fernando Torrent. Es inobjetable el dato de que en nombres tiene menos material del que disponía Diego Cocca, pero la sensación del Kily es de conformismo. Lo habló con los popes de la dirigencia canalla, a quienes les dejó en claro que de no haber algún movimiento importante, que incluya la partida de otro jugador de los considerados “titulares”, trabajará con lo que tiene.
Sí pidió por Ricky De Alberto
El cuerpo técnico de Rosario Central sumaría un nuevo integrante. Se trata de Ricardo De Alberto, quien fuera justamente ayudante del Kily González en reserva. Se incorporó hace algunos días para reemplazar a los colaboradores del Kily que debieron aislarse, pero todo va camino a que volverá a trabajar en el club.
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Ricky De Alberto, junto al Kily, en su anterior paso por Central.
De Alberto estaba trabajando como ayudante de campo de Pablo Sánchez en Oriente Petrolero de Bolivia, pero en estos días, por cuestiones familiares, se encontraba en Rosario. Y tras la convocatoria nuevamente de Central habló con Vitamina para informarle que volvía a hacer campamento en Arroyito.
Ricky De Alberto dirigió divisiones inferiores y cuando el Kily tomó la reserva lo llamó como ayudante de campo, hasta que decidió incorporarse al grupo de trabajo de Vitamina (allí el Kily llamó al Chueco Javier García). El Kily pidió por su vuelta definitiva y es algo que la dirigencia está analizando porque el cuerpo técnico ya está completo, pero si el DT insiste es muy probable que se quede.