Marcelo San Juan siente el mar y sabe cómo contarlo, pero más aún: sabe cómo cantarlo. El músico y compositor llega a la ciudad para presentar su nuevo trabajo "Sentir el mar", inspirado en el recuerdo de su hermana Graciela, y la cita es esta noche, a las 21.30, en el Petit Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza). "No copio a nadie, yo hago mi propia música y mi camino es seguir", dijo en diálogo con Escenario.
Las once canciones de su nuevo disco surfean sobre vivencias, amores, pérdidas, lazos familiares y felicidades, con arena en los pies o sin ella. El artista, que se hizo conocido por la rotación de temas como "Yo te pido que vuelvas", "No sabés lo que es tener un amigo" y "Tres vidas", tiene la particularidad de mixturar géneros, como la balada, el pop o la bossa, entre otros, sin perder nunca el as de espadas, que es la melodía.
"Pasé momentos increíbles con mi hermana en Mar del Plata, donde ella tuvo un balneario, y quise reflejarlo en este disco. Allí fui con Rubén Juárez, el Negro Rada, Chango Farías Gómez, Chico Novarro, tengo recuerdos de guitarreadas inolvidables con ella como anfitriona", cita San Juan y la sal marina adquiere un sabor especial.
El CD respira el aire de aquel logrado vinilo de los 80 "Basta de sobrevivir", sobre todo en lo referido a las sutilezas sonoras y rítmicas, pero incluso más con "Tres vidas", ya que un tema de ese disco abre "Sentir el mar", nada menos que "Esa mujer que pasó".
El material, arreglado y dirigido por San Juan y Daniel Vilá, tiene el aporte de dos poetas "inmensos", como cita el autor, en referencia a Fernando Porta y Francisco Bagalá, más la percusión del interminable José Luis Colzani y los coros de las hijas de Marcelo, Laura y Mora, que no sólo aportan calidad sino calidez a las canciones.
"La gente tiene la necesidad de ponerte en un rubro, pero yo soy todo eso que se escucha en este disco, incluso el tango que no aparece tanto acá, pero lo llevo incorporado desde chico", dijo el músico oriundo de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. "Lo mío es fusión, por eso admiro a Djavan, porque es un tipo que se corrió de lo tradicional", acotó el versátil intérprete, cuyo tarareo es una suerte de sello distintivo para vestir sus canciones con un traje elegante.
"La batalla de la vida es con uno mismo/de ganar el aire y vencer el tiempo/trepar por el abismo", canta Marcelo San Juan en "Sentir el mar". Y mientras el agua dibuja figuras en la arena, hay un faro que sigue alumbrando.