Venezuela izó ayer la bandera del Mercosur en Caracas como señal de su asunción plena en la presidencia pro témpore del bloque y sin el reconocimiento de tres de sus cuatro socios (Argentina, Brasil y Paraguay), a los que acusó de querer tomar "por asalto" la conducción del grupo en una maniobra alentada desde Washington. Los intentos de impedir la presidencia de Venezuela de esos tres países colocan al grupo "al borde de un abismo sin retorno", advirtió la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en una frase que parece ajustarse al más delicado momento por el que atraviesa el Mercosur desde su creación, hace 25 años. "La triple alianza, representada en los gobiernos de Argentina, Paraguay y el interino de Brasil, gobiernos que apenas están llegando a la vida política de nuestra región, pretenden infundadamente destruir un acervo histórico de unión e integración que habíamos venido consolidando los gobiernos populares, progresistas y de izquierda en los últimos 15 años", añadió la diplomática.
En ese contexto, las autoridades venezolanas izaron la bandera del Mercosur frente a la Cancillería en Caracas y anunciaron la asunción plena de la presidencia, en abierto desafío a las resistencias, expresadas en público y en privado, por la diplomacia de Argentina, Brasil y Paraguay. "Estamos sorprendidos de la forma como se pretende atropellar los tratados internacionales. Las normas son muy claras: la presidencia pro témpore corresponde de pleno derecho a Venezuela", dijo Rodríguez en una declaración pública.
Agresión. A su vez, en un acto oficial en el Banco Central de Venezuela, el presidente Nicolás Maduro reiteró que Venezuela está siendo agredida por la "triple alianza y por otros factores". "Está bien, estamos aquí con nuestro escudo, resistiendo, defendiendo la dignidad de la patria", señaló.
La canciller denunció que "existen fuerza económicas interesadas en implosionar" el Mercosur. "Este pretendido asalto está alentado desde Washington, tiene sello imperial", sostuvo. Dijo que el boicot que denuncia "es amenizado por el tour antibolivariano" de autoridades de Estados Unidos por la región, en aparente alusión a la reciente visita del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a Buenos Aires.
Rodríguez expresó también que Venezuela se opone a la candidatura de la canciller, Susana Malcorra, para la secretaría general de las Naciones Unidas. "Es preocupante que una canciller de nuestra región, que se postula como secretaria general de las Naciones Unidas, esté violando tratados internacionales y fundacionales del Mercosur. Pretende con esta actitud que se desconozca el Estado de derecho", señaló. "Hacemos un llamado a la sensatez y que cesen estos intentos para impedir que Venezuela ejerza la presidencia del Mercosur", añadió.
El pasado 30 de julio, Uruguay dejó la presidencia del Mercosur en razón de haber concluido su turno semestral de conducción, que debía pasar a manos de Venezuela. Pero la oposición de Argentina, Brasil y Paraguay hizo que se cancelara una cumbre de presidentes o cancilleres, como es de rigor para estas transferencias, por lo que Venezuela anunció que asumía la presidencia automática del bloque, aún sin el reconocimiento de sus socios.
El tema se discutió el jueves durante una reunión de coordinadores del Mercosur en Montevideo sin que se llegara a un acuerdo sobre qué hacer con la dirección del bloque. Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; de Paraguay, Horacio Cartes; y el interino de Brasil, Michel Temer, tenían la ocasión de analizar ayer el caso en Río de Janeiro, adonde confluyeron con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos, pero ninguna fuente oficial confirmó la organización de un encuentro entre los tres jefes de Estado. Al margen del peligro de ruptura o de escisiones en el Mercosur, la escalada verbal entre funcionarios de distintos socios generó extrema tensión en las relaciones entre Venezuela y Paraguay. Esta semana, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, involucró a Paraguay en una "triple alianza de torturadores" junto a Argentina y Brasil. Añadió que su país es perseguido por "la oligarquía paraguaya corrupta y narcotraficante".
Malestar con Asunción. Asunción reaccionó con un llamado a consultas a su embajador en Venezuela, Enrique Jara, y sostuvo que le decisión apunta a rechazar "las expresiones proferidas por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, hacia el gobierno de la República del Paraguay". El jueves, la Cancillería paraguaya había convocado al encargado de Negocios de Venezuela en Asunción, Ritz Petersen Chaurán, ante quien expresó la queja formal del gobierno. El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, consideró ayer que el Mercosur "debe de volver a sus raíces económicas y abandonar el amiguismo ideológico". Añadió que consolidar el fundamento comercial es el principal desafío del bloque, en especial cuando se han iniciado las conversaciones con la Unión Europea para lograr un acuerdo de libre comercio.