Entrenar como Gianluigi Buffon, moverse como Claudio Marchisio. Por qué no patear cómo Gonzalo Higuaín. O definir como Paulo Dybala. Pero más que nada adquirir conceptos, no sólo técnicos y futbolísticos. También aquellos que hacen a una formación cultural e integral. Con varios de estos objetivos cumplidos unos 80 chicos cerraron ayer el Camp Juventus (Campus) que se desarrolló en el Jockey Club de Rosario y que justamente tuvo como fin transmitirles "la experiencia Juventus". ¿En qué consistió? Básicamente en una clínica de cinco días desarrollada bajo la metodología que se utiliza en todas las divisiones del club de Turín, que intenta esparcirse al mundo de esta manera, llevando su escuela futbolística a la mayor cantidad de lugares posibles. Y esta vez tocó Rosario. El primer campus en la ciudad, el séptimo en Argentina y quizás la base de una futura academia.
"Nos ha ido de diez, nos han tratado de diez, la experiencia fue muy positiva, los chicos están motivados. Al final, el objetivo de que entrenen como lo hacen los jugadores de la Juve, que sientan los colores y la pasión italiana se ha cumplido", arranca la charla con Ovación Eduard Lomas Pena, uno de los tres entrenadores que llegó a la ciudad en representación del club de Turín (junto a Héctor Ramadori y Angelo Sanapo). Y prosigue con la idea central por la cual este tipo de campus se lleva a cabo por el mundo: "En su momento nació la idea de llegar a todos. Por qué quedarnos en casa si puedes llegar a todos, al que tiene y al que no tiene, al que sabe y al que no. Entonces hemos creado este proyecto internacional donde nosotros no somos selectivos, queremos brindar este servicio a todos, que todos puedan sentir estos colores.Juventus quiso convertirse en la mejor escuela de fútbol formativa. Lo importante es formar al niño para una mejor sociedad futura. Después, tenemos la suerte de que es fútbol, nos gusta, nos apasiona. Tienes todo el paquete completo".
La fantasía de tener a un hijo bueno, "al mejor" en el fútbol, sobrevuela en más de un padre. Y a veces lleva a extremos de comportamiento. No por casualidad últimamente aparecieron tantas campañas en busca de un acompañamiento integral más que en la exigencia de los resultados a los chicos. Ante esta posibilidad de "creer que" y, ante un nombre gigante y tentador como puede ser Juventus, Loras Pena aclara: "Seguramente siempre te van a buscar si eres un talento, pero la idea es clara, esto formativo y la selección si tiene que salir va a salir. Si el chico trabaja bien, le pone pasión y amor las cosas van a salir, se le ayudará, pero Juventus no está trabajando en eso de captar talentos. No existe, lo prohíbe la FIFA. Lo mejor que nos puede pasar con esto es que uno de estos niños vista la camiseta de Argentina y la saque campeona del mundo".
Por su parte, Daniel Juejati, director de Camp Juventus en Argentina, sumó al concepto: "Rosario es una plaza súper futbolera, han salido muchísimos talentos de ella, aunque este programa es más formativo-recreativo. Lo que importa es la formación de persona: aparte el fútbol. No es una actividad reclutativa, no venimos a buscar jugadores de fútbol".
Con el que sabe se mejora. Con el que no sabe se enseña, se aprende. Y al final del día. O del campus, se espera que los chicos tengan adquiridos todos esos conocimientos que le posibilitan seguir creciendo.
Por eso ayer, cerca de las 15, los 80 chicos de entre 6 y 17 años aparecieron en una de las canchas de fútbol del Jockey Club para hacer algo así como una "última función", una última práctica y "demostración" sobre los conceptos adquiridos en estos cinco días. Y una despedida. Por eso estaban exhaustos, mientras al costado del campo de juego, padres y familias enteras no se querían perder la oportunidad de plasmar el momento con las cámaras de sus celulares.
Flamearon banderas de Italia, de Argentina y de la Juventus. Del fútbol.
"No podemos decirle a un niño de ocho años tú sirves o no sirves, porque ese niño va a hacer otro camino. ¿Cuántos niños se han perdido así? Después, si hay algo que se tiene que dar, se dará", agrega Loras Pena al tiempo que explica que aquí, en Rosario, como en toda Sudamérica (hay campus y academias en varios países) siempre aparece el talento, la habilidad, la creatividad y que los jugadores son muy receptivos en lo que se les baja, especialmente instrucciones relacionadas al orden, lo que al final llama "una cuestión cultural".
Y cierra: "Para nosotros lo fundamental es ser y hacer buenas personas, todo lo otro sale solo. Si somos buenas personas, le enseñamos modales, valores y encima corregimos bien el chico lo recibe y lo aplica. Eso es lo mejor (...) Deseo que ellos cumplan los sueños. Y los sueños pueden ser querer ser jugador, abogado o lo que sea. Que ellos entiendan que la vida es máximo rendimiento. Creo que en estos días lo hemos transmitido". Experiencia Juventus.