Un globo aerostático del proyecto Loon de Google descendió ayer en la zona del Valle de Calamuchita, en Córdoba, en una maniobra controlada para el cual la empresa había movilizado operarios a la zona y avisado a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), informaron fuentes policiales.
"Creí que era una carpa cuando lo vi, o un paracaídas", relató el vecino Raúl González a un FM local al observar pantallas y otros artefactos cubiertos por un gran lienzo en el campo que alquila, entre las poblaciones serranas de Lutti y La Cruz.
"El paracaídas es de color naranja, estaba colgando arriba de una planta. Más abajo, con una correa que sigue. Sale desde ahí, hay como 60 u 80 metros, como si fuera una cinta plástica. Y hay un nylon grande, como ha sido un globo. Hay unos aparatos, como pantallas", detalló González, desde cuya casa hasta el lugar de descenso hay unos 20 minutos de caminata
El predio ubicado entre Lutti y La Cruz es de difícil acceso y tiene poca señal telefónica, y la policía no permitía acercarse al lugar.
Los globos de Google suelen ser identificados por los radares de aeronaves con el código HBAL.
El sábado pasado, un radar particular instalado en Córdoba detectó la finalización de trayecto de uno de estos aparatos en una zona muy cercana a lo que indicó el inquilino del campo, con el código HBAL 140.
De hecho, en una de las fotos publicadas por el sitio de FM Berrotarán se observa que el aparato tiene en sus leyendas "140", por lo que podría tratarse del mismo artefacto.
Fuentes de la empresa habían explicado en ocasiones anteriores que los globos no caen sino que son descendidos, con cierto margen de error, previa autorización de las autoridades aeroespaciales, cuando se cumple la vida útil de los artefactos.
El proyecto Loon, que fue lanzado en junio de 2013, consiste en una red de globos que viajan por la estratósfera (a entre 18 y 23 kilómetros de altura) con el objeto de llevar conectividad a áreas rurales y de acceso remoto alrededor del mundo, partiendo de la base de que más de la mitad de los habitantes de la Tierra no acceden a internet.
Los globos reciben la señal de Internet desde una torre de transmisión terrestre y la retransmiten hacia los usuarios.
Para volar, los globos de 15 metros de diámetro están equipados con paneles solares que les permiten cargar las baterías, GPS y transponder, con lo que mantienen una comunicación constante con una torre de control ubicada en Mountain View, donde esta la casa matriz de Google.
Los globos viajan por la estratósfera, donde los vientos son estables, de 8 a 32 kilómetros por hora, con capas de viento que varían en dirección y en magnitud. La compañía utiliza algoritmos de software para determinar adónde deben dirigirse los globos y, luego los traslada a una capa de viento que sople en la dirección requerida para formar una gran red de comunicaciones.