Una agresión sexual ensombreció ayer el arranque de los Sanfermines en Pamplona, en el norte de España, donde miles de personas se reunieron para correr el primer encierro y celebrar la festividad del patrón de Navarra.
Una agresión sexual ensombreció ayer el arranque de los Sanfermines en Pamplona, en el norte de España, donde miles de personas se reunieron para correr el primer encierro y celebrar la festividad del patrón de Navarra.
Cinco personas fueron detenidas por su presunta vinculación con esos hechos, ocurridos en la primera noche de fiestas en el centro de la ciudad. Según informó el alcalde, una joven fue introducida en un portal en la madrugada de ayer, donde abusaron de ella.
En plenos actos por la festividad de San Fermín, el Ayuntamiento de Pamplona llamó a sumarse la concentración silenciosa que se concretó anoche. En fiestas "no todo vale", advirtió el Ayuntamiento. "El consumo de alcohol u otras drogas no justifica los comportamientos sexistas, ni que se generen situaciones o espacios que resulten inseguros para las mujeres en los que ellas pierden su libertad".
Cerca de 3.500 agentes policiales velan por la seguridad en la ciudad, que estos días ve cómo su población pasa de los 200.000 hasta cerca del millón de habitantes y que enfrenta en las agresiones sexistas uno de sus mayores retos.
Los encierros de la fiesta popular española con más proyección internacional arrancaron por la mañana con una carrera rápida y limpia, a pesar de lo cual cinco de los mil corredores sufrieron heridas, aunque no hubo cornadas.
Un hombre de 56 años resultó herido de gravedad al caer en la carrera y fue ingresado en urgencias con fractura del seno frontal izquierdo, indicó el servicio de urgencias del complejo hospitalario de Navarra. Cuatro personas más se golpearon al caer en medio de la multitud. Un hombre de 66 años sufrió también una contusión craneal, pero menos grave. Los otros tres, de entre 24 y 40 años, presentaron traumatismos leves y fueron dados de alta.
Los toros de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro completaron el recorrido de 846,6 metros en 2 minutos y 28 segundos, y aunque las calles estaban húmedas y resbaladizas por la lluvia, fue un encierro "limpio" sin mayores incidentes.
El momento de más tensión se vivió en el tramo final, a pocos metros antes del callejón de acceso a la plaza, donde varios toros chocaron con corredores que se habían caído en esa zona y pasaron por encima de algunos y golpearon a otros.
En los próximos días, cada mañana se repetirán los encierros en las calles de la capital navarra. Antes, y frente a la hornacina del santo, los pamploneses, vestidos de blanco y con pañuelo rojo al cuello, entonan el canto pidiendo protección a San Fermín.
Unas quince personas han muerto en los encierros desde que empezaron los registros en 1911.